Guadalajara, Jalisco.

Sentado y piernas cruzadas un muñeco nombrado el “Siapita” resguarda un socavón de al menos un metro de profundidad por 10 de largo en la calle José María Gómez en su cruce con Javier Mina de la colonia Ex Penal de Guadalajara desde hace dos meses.

La medida fue tomada por un vecino del lugar que cansado de solo escuchar las promesas del personal del Siapa decidió colocar el muñeco que de forma divertida advierte a los automovilistas y peatones del peligro que el hundimiento representa.

Los habitantes de la zona lamentan que acudan cuadrillas de de 10 personas, pero solo una realice trabajos situación que se describe en la camiseta colocada al muñeco que también porta en dibujo el logotipo del Siapa.

“Es el compañero del siapa que nomás vienen 10 y trabaja uno porque todo lo están viendo y solo uno es cava y es el socavón style, ahí está su camiseta de que sus compañeros lo dejaron y no han venido por él como que se les olvidó la cuadrilla como se les ha olvidado tapar varios baches ya es la manera de querer llamar la atención del siapa para ver si vienen si no yo creo que para la otra voy a tener que poner uno en la avenida ahí en Javier Mina otro compañero de ellos echándose una caguama”.

El 26 de junio los vecinos realizaron la denuncia al Siapa obteniendo el reporte 11446327 para su atención, el tiempo transcurrido y ante la falta de recursos el día de ayer volvieron a llamar y solo se les generó el reporte 11460485 con el cual guardan la esperanza de una solución inmediata.

“Otro reporte se generó y pues esperemos vengan lo más pronto posible porque la verdad si te das cuenta salen hasta zancudos porque hay un drenaje tronado huele muy feo todo el día, por aquí a diario pasan los estudiantes de la prepa 3 y el olor y los zancudos los perjudica como también a los vecinos”.

• Los habitantes de la expenal esperan que la estrategia creada sirva para que el personal del Siapa acuda a la zona y mejore sus tiempos de respuesta, ya que como se comprobó, con este socavón un reporte puede tardar más de dos meses en ser resuelto.