Hannover, Alemania.

En Alemania y otros países europeos se han venido observando en los últimos meses con mayor frecuencia síntomas neurológicos graves en perros, posiblemente causados por determinadas toxinas presentes en ciertos huesos masticables de bovino.

Los animales aullaban y ladraban constantemente y con fuerza, mostraban ataques de pánico repentinos y movimientos incontrolados, explica Nina Meyerhoff, de la Universidad de Medicina Veterinaria de Hannover. En algunos casos, posteriormente se producen ataques epilépticos.

La veterinaria explicó que se sospecha de toxinas aún no identificadas de huesos masticables, pero que no se puede descartar que también estén afectados otros productos. Está claro que se trata de un problema que afecta a toda Europa, y que sigue en curso. "Se acaban de notificar nuevos casos en Francia", dijo.

Ya ha habido retiradas de determinados productos de varias marcas en Finlandia, los Países Bajos y Dinamarca. La Autoridad neerlandesa de Seguridad Alimentaria y de los Productos de Consumo (NVWA), por ejemplo, advirtió contra ciertos huesos masticables de la marca Barkoo.

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La autoridad anunció a finales de año que se habían vendido en el país a través de tiendas en línea gestionadas por Zooplus.

Los huesos masticables Barkoo también se venden en Alemania a través de Zooplus.de y la filial de la empresa de descuento Bitiba.de. La empresa, que opera en decenas de países europeos, no respondió inicialmente a las preguntas sobre dónde se vendían o se siguen vendiendo los productos Barkoo correspondientes.

En Dinamarca, el fabricante Chrisco retiró recientemente, como medida de precaución, determinados productos masticables para perros que se habían vendido en varios mercados del país. Esto se debió a los informes de cambios de comportamiento en los perros que comieron los productos.

Meyerhoff explicó que desde finales de agosto se conocía en Alemania un número creciente de casos de perros que mostraban síntomas neurológicos agudos graves. Como estos trastornos también podrían deberse a otras causas, como accidentes cerebrovasculares, inflamación cerebral o tumores cerebrales, es necesario realizar un examen neurológico en cada caso para descartar el diagnóstico.

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Aún no está claro con qué toxina están contaminados los productos ni cómo llegó a los piensos, según Meyerhoff. Los análisis de laboratorio siguen en curso. Al menos en el caso de algunos productos, existe una conexión con un productor de China que puede haber suministrado materias primas, como piel de vacuno, a otros fabricantes.

Según Meyerhoff, las afecciones no son mortales y los síntomas desaparecen al cabo de unos días o semanas. En el caso de animales extremadamente agitados, a veces se administran medicamentos muy sedantes y ansiolíticos.

Al principio, cuando no se sabía nada sobre la evolución de la enfermedad, en Europa se practicó ocasionalmente la eutanasia a los perros por motivos de seguridad o debido a síntomas muy graves.

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