Sao Paulo, Brasil
La Conmebol proclamó campeón de la Copa Sudamericana-2016 al Chapecoense tras el accidente aéreo que dejó 71 muertos, la mayoría del club brasileño, anunció este lunes el organismo del fútbol sudamericano.
"El Consejo de la Conmebol ha tomado la decisión de nombrar a la Associação Chapecoense de Futbol como Campeón de la Copa Sudamericana 2016 con todas prerrogativas deportivas y económicas que ella conlleva", dice la institución en un comunicado.
El campeón recibirá como premio por el título dos millones de dólares y recaudará en total 3.925.000 dólares, sumando los montos cobrados por cada etapa.
"Es un sentimiento de justicia ver a Chapecoense declarado campeón. El equipo estaba unido, jugadores comprometidos. Estábamos seguros de que el 'Chape' sería campeón. Es un lindo homenaje", declaró el presidente en ejercicio del club, Ivan Tozzo, en una rueda de prensa en el estadio Arena Condá de Chapecó (sur).
El accidente se produjo la semana pasada cuando la delegación del modesto equipo brasileño se dirigía a Medellín para disputar la ida de la final de la Sudamericana ante Atlético Nacional, cuyos directivos habían pedido que la copa le sea entregada a su rival.
Por este motivo, la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) también otorgó al cuadro colombiano "el premio Centenario Conmebol al Fair Play consistente en la suma de un millón de dólares".
"Para la Conmebol no hay mayor muestra del espíritu de paz, comprensión y juego limpio enunciado como objetivo de nuestra Institución que la solidaridad, la consideración y el respeto exhibido por el Club Atlético Nacional de Colombia hacia sus hermanos de la Associação Chapecoense de Futebol de Brasil", añadió el comunicado.
"¡Campeones inmortales: un título para la eternidad!", trinó el equipo colombiano en su cuenta de Twitter. "¡Campeones eternos: por el honor y el mérito!", añadió en otro mensaje.
Con esta decisión, Chapecoense y Atlético Nacional se verán las caras en la Recopa como ganadores de la Sudamericana y la Libertadores en 2016, respectivamente. La escuadra brasileña disputará también la edición 2017 de la Libertadores y la Copa Suruga contra el campeón de Japón.
- El fútbol se tiñe de verde -
El equipo brasileño, de apenas 43 años de vida y que iba a disputar por primera vez una final continental en su segunda participación, dijo adiós el sábado a los cuerpos sin vida de sus 50 fallecidos, entre los que se encontraban jugadores, cuerpo técnico y directivos, cuyos cuerpos fueron repatriados desde Colombia.
Decenas de miles de personas se congregaron el sábado en varios puntos de Chapecó, en el estado de Santa Catarina (sur), para despedir a sus héroes, entre los que se encontraban el presidente de Brasil, Michel Temer, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, así como el titular de la Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez, entre otras autoridades.
"Perdimos prácticamente todos nuestros valores. Todo lo que habíamos conseguido, tendremos que empezar de cero. Desde que en 2009 estábamos sin disputar ninguna categoría [nacional] hasta la Serie A", afirmó el miércoles el vicepresidente del club, Ivan Tozzo.
Sólo sobrevivieron seis personas tras estrellarse la aeronave en una zona montañosa a unos 50 kilómetros al suroeste de Medellín: tres jugadores (Alan Ruschel, Hélio Neto y Jacson Follman), dos tripulantes (Ximena Suárez y Erwin Tumiri) y un periodista (Rafael Henzel).
El fin de semana, el mundo del fútbol homenajeó a lo largo y ancho del globo a los fallecidos, con numerosos actos teñidos de verde.
En el clásico entre Barcelona y Real Madrid, la salida de los jugadores al campo estuvo presidida por una pancarta colocada en el césped en la que se podía leer: "Fuerza Chapecoense" mientras que en Argentina, River Plate jugó con una casaca íntegramente verde con el escudo negro del equipo y en las tribunas de La Bombonera, la casa de Boca, hubo banderas con inscripciones recordatorias y palabras de aliento a las familias de las víctimas.
El equipo argentino de San Lorenzo, el último rival de la Chapecoense en la Sudamericana, jugó el sábado con la casaca verde del club brasileño que sus jugadores habían intercambiado en la semifinal del torneo continental.