El megaproyecto Chalacatepec o Desarrollo Vistas, impulsado por la inmobiliaria Rasaland en asociación con el Instituto de Pensiones del estado de Jalisco (Ipejal), en la costa sur de Tomatlán, ha obtenido la ansiada autorización de impacto ambiental por parte de la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), entidad que entregó el resolutivo en julio pasado.
El proyecto aprobado demoró seis años en salir adelante, en medio de fuertes cuestionamientos por el uso de dinero del fondo de pensiones cuya aportación ascendió a 89 millones de dólares; con el tiempo, esa inversión, que significaba 49 por ciento del proyecto, se redujo a 25 por ciento porque Ipejal diversificó su participación hacia otros proyectos turísticos de la empresa, en la Riviera Nayarit, y se hizo dueña de un hotel de la cadena Four Seasons en la Ciudad de México.
El resolutivo, firmado el 22 de junio pasado, fue notificado a los promotores el 7 de julio, y tiene restricciones claras respecto al uso de la zona federal marítimo-terrestre, pues colinda con la playa protegida para el desove de tortuga marina más extensa de México, el playón de Mismaloya, de 79 kilómetros; la Semarnat desautoriza usar las dunas costeras con cualquier construcción permanente y obliga a un programa de conservación y vigilancia.
También plantea restricciones para la zona que rodea los sitios Ramsar –humedales de importancia internacional- de Chalacatepec y Xola-Paramán. Obliga a establecer un programa de conservación del ocelote, un felino moteado de talla mediana que está en peligro de extinción y fue detectado en los monitoreos de fauna realizados para la manifestación de impacto ambiental.
Otro aspecto controversial es la dotación de agua. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) señaló durante la consulta que no existe ese recurso disponible, pues está todo concesionado y el acuífero de la zona está en veda para nuevo aprovechamientos. La Semarnat detalló que urge a los desarrolladores mostrar títulos de concesión y demostrar que no se altera el precario equilibrio en el uso del agua de la zona.
Según el desarrollador, ese aspecto se satisface fuera del proyecto, es decir, con un proyecto de dotación de agua de la parte baja del río San Nicolás que ha financiado la Conagua en forma mayoritaria, para dotar a distritos de riego de reciente creación en el área de los ejidos Morelos y Campo Acosta.
Desarrollo Vistas tiene 99 años de plazo para ejecutarse en siete etapas; las seis primeras de cinco años. El compromiso es un índice de ocupación hotelera por la mitad del que le permite el Ordenamiento Ecológico Local de Tomatlán, esto es, cuatro mil 650 cuartos, la sustitución del campo de golf por un proyecto de huertos que pretende ser ecológico, la construcción de una aldea pesquera en la punta Chalacatepec y de un nuevo campamento tortuguero.
Estas propuestas no convencieron a todos. La Comisión Nacional para Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (Conabio), organismo que preside uno de los científicos ambientales más importantes del país, José Sarukhán Kermesz, ex rector de la UNAM, pidió no autorizar el proyecto ante la elevada fragilidad de la zona y su calidad ambiental de primer orden en el Pacífico de América tropical. No fueron oídos. El desarrollo no puede comenzar a ejecutar mientras carece de cambio de uso de suelo forestal, pues prevé la remoción de 183.3 hectáreas de selva y ecosistemas locales.