Cerca de medio millón de personas visitaron la Fiesta de la Cerveza de Múnich en el primer fin de semana, la mitad que el año pasado, informaron los organizadores.

La lluvia y las temperaturas frescas que pusieron fin al verano no acompañaron el arranque de la tradicional "Oktoberfest". "Pero el ambiente en las salas fue muy bueno", destacaron los organizadores.

La edición de este año se produce en medio de estrictas medidas de seguridad tras varios ataques violentos que sacudieron la ciudad y la región en julio pasado.

No se permitió el ingreso con mochilas o bolsos grandes y se establecieron controles estrictos en los puntos de acceso al predio, vallado en su totalidad en esta ocasión.

La Policía registró un diez por ciento menos de operaciones y dijo que fue "uno de los inicios más tranquilos y pacíficos". La Fiesta de la Cerveza se extenderá hasta el 3 de octubre.