Guadalajara, Jalisco.

Jalisco y el país completo viven uno de los episodios más inseguros y violentos por el desdén de las autoridades, la corrupción que alimenta niveles casi totales de impunidad, el uso de tecnologías para sofisticar las actividades delictivas y el desgaste de la cohesión y entendimiento social auspiciado por la pérdida del estado derecho frente al crimen organizado.

A estas conclusiones llegaron especialistas en seguridad, educación y medios de comunicación citados en el marco del Congreso sobre Seguridad Pública, Análisis, Retos y Perspectivas al que convocó el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades y el de Ciencias Económico Administrativas de la Universidad de Guadalajara. 

En el renglón de la educación, la rectora del Centro Universitario de Tlajomulco, Irma Leticia Leal Moya, compartió como desde ese municipio, uno de los epicentro de las fosas clandestinas en la entidad y donde el equipo docente ha recibido amenazas del crimen.

Se ha apostado por tejer estrategias de pertenecía, identidad y oferta de servicios encaminados a utilizar los espacios educativos como puntos de encuentro y entendimiento para recuperar la paz y la idea del bienestar colectivo.

"Hacer comunidad, generar identidad en nuestro campus, donde damos servicio a la comunidad, a pesar de esa Barrera a la que nos hemos tenido que enfrentar Hemos llegado a los centros comunitarios". 

Por su parte, el rector del Sistema de Universidad Virtual, Carlos Iván Moreno Arellano, explicó que aunque es optimista del avance tecnológico, lo cierto es que también este avance representa desafíos de seguridad ante el uso de sistemas de vigilancia por parte del crimen.

De la IA generativa como instrumento de extorsión, comisión de delitos y desarticulación de la organización social:

"Los criminales cibernéticos a nivel mundial le cuestan a los gobiernos 600,000 millones de dólares al año, también, lo comentaron hace un rato, en Jalisco ya se detectaron redes de vigilancia e Inteligencia artificial no de gobiernos, de los delincuentes que tienen incluso tecnología más sofisticada o no más sofisticada pero la saben usar mejor". 

Otra etapa de este congreso se centro en las perspectivas de periodistas como narradores y analistas de la realidad social, ahí, la periodista Sonia Serrano Iñiguez fue clara al decir que los  medios de comunicación tienen la enorme responsabilidad de, desde la ética, ayudar a la población a entender las causas de la violencia y acompañar a las víctimas de uno de los peores escenarios de la delincuencia en el país, la desaparición de personas, ello, frente a autoridades que han renunciado a su responsabilidad de buscar, de procurar justicia:

"El papel que la comunicación juega en este entramado es determinante, no se trata solo de informar sino de entender y actuar con responsabilidad ante las víctimas, escapar de la dictadura de los números que imponen las autoridades y aportar elementos que ayuden a entender la crisis que enfrentamos, Jalisco es el escenario principal de una de las tragedias más grandes de nuestro país, la de las desapariciones" .

Por su parte, el director del Sistema Universitario de Radio, Televisión y Cinematografía de la Universidad de Guadalajara, Gabriel Torres Espinoza, agregó al debate otro factor clave para que los niveles de inseguridad se mantengan tan altos como hasta ahora, la falta de castigo, diagnóstico y seguimiento, con cifras casi totales de impunidad sostenida por la corrupción, los grupos delictivos prácticamente tienen el camino libre para robarse la paz debido a que saben que no serán castigados: 

"Otra de las variables, diría yo una de las más importantes que está incidiendo en el fenómeno de la inseguridad en México tiene que ver con la corrupción y, la corrupción de la corrupción es la impunidad, es decir, es cuando se corrompe el castigo que debería recibir a alguien y a eso le llamamos impunidad".

• Durante el primer día de actividades del Congreso sobre Seguridad Pública, Análisis, Retos y Perspectivas, las y los ponentes destacaron algo de común preocupación, el desdén de las autoridades locales y nacionales por cortar el camino al estado paralelo que ha pavimentado el crimen a través de una administración de la crisis que parece, quieren dejarle sin resolver a quienes lleguen a encabezar el próximo sexenio.