Guadalajara, Jalisco.

En atención a este llamado a la paz que le hizo el Rector Ricardo Villanueva, el gobernador Enrique Alfaro respondió con condiciones.

De entrada, sostuvo que no ve condiciones para el diálogo cuando él “ha sido provocado” al tratar de arrancar obras para la UdeG, y aseguró que éstas provocaciones vienen “del grupo que controla a la Universidad”.

Pese a ello, dijo que está abierto al diálogo, pero bajo ciertas premisas. Y la primera de ellas revela que el Gobierno del Estado negocia posiciones de poder en el Poder Judicial, pues textualmente afirma que “no negociaremos posiciones políticas en el Gobierno, ni nombramientos de magistrados o jueces en el Poder Judicial, ni espacios en los organismos constitucionales autónomos, como se hacía en el pasado”, ni lo hará con el partido político Hagamos.

La segunda condición “irrenunciable” es que no se asignarán recursos públicos para “los negocios del grupo que controla la Universidad”. Y finalmente, afirmó que en tanto las lonas de los edificios universitarios tengan lonas de protesta por la reasignación presupuestal de 140 millones de pesos que ya habían sido aprobados por el Congreso del Estado, “no puede haber una mesa de diálogo”.

Afirmó que el Gobierno de Jalisco “no le quitó un peso a la UdeG” y que su carácter ya es del conocimiento de los jaliscienses. Luego, concluyó que al cumplir con esas premisas, el Rector Ricardo Villanueva tendrá las puertas abiertas.