Fráncfort, Alemania.
La Fiscalía de Fráncfort acusó al ex presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) Theo Zwanziger y a dos antiguos compañeros suyos, Wolfgang Niersbach y Horst R. Schmidt, por fraude fiscal en el marco del escándalo de la adjudicación del Mundial de 2006 a Alemania, confirmaron el miércoles a dpa los tres acusados.
La Fiscalía y el organismo encargado de las inspecciones tributarias investigan desde noviembre de 2015. Los tres antiguos ejecutivos habrían proporcionado una declaración fiscal falsa para el año del Mundial 2006. Por esta razón, la DFB tuvo que pagar ya 19,2 millones de euros en concepto de impuestos. Sin embargo, los tres antiguos funcionarios del ente alemán rechazan las acusaciones.
"Esta acusación es mero accionismo para desviar la atención de los errores propios y pasar lo más rápido posible la 'patata caliente del sumario' a los tribunales. En ningún momento tuve intención alguna de hacer a la rica DFB más rica aún a través de evasión fiscal", explicó Zwanziger, presidente de la DFB entre 2006 y 2012, en una declaración emitida el miércoles a través de su abogado.
También Niersbach, presidente del organismo en 2015 y que dimitió del puesto por el escándalo, explicó a dpa que se comprobará que la acusación contra él es "insostenible".
La noticia de la acusación contra la antigua cúpula de la DFB surgió el mismo día que la selección alemana de fútbol comenzó su concentración para el Mundial de Rusia, en Tirol del Sur, en el norte de Italia.
El escándalo gira en torno al pago de 6,7 millones de euros (unos 7,3 millones de dólares) que realizó el comité organizador alemán del Mundial en 2005 a la FIFA.
El pago fue declarado por la DFB como una contribución para una gala del ente rector del fútbol que nunca se llegó a celebrar y por lo tanto se desgravó como gasto de empresa. Sin embargo, los investigadores creen que fue una devolución oculta vía FIFA al entonces jefe de Adidas, Robert Louis-Dreyfus.
En 2002, una suma similar fue transferida de una cuenta del presidente del comité organizador, Franz Beckenbauer, y de su mánager de entonces a una cuenta en Qatar de una de las empresas de Mohamed Bin Hammam, suspendido de por vida por la FIFA por cargos de corrupción. Lo que ocurrió con ese dinero todavía se desconoce.
Poco después, Beckenbauer recibió esta suma como préstamo de Louis-Dreyfus, quien a su vez reclamó a la DFB la devolución del dinero tres años más tarde. La DFB transfirió en 2005 los 6,7 millones a Louis-Dreyfus a través de una cuenta de la FIFA.
Alemania acabó siendo elegida como sede del torneo en 2000 por el comité ejecutivo de la FIFA, en una elección en la que se impuso 12-11 sobre Sudáfrica.
Fueron decisivos los apoyos europeos y asiáticos, además de la sorpresiva ausencia en la votación del neozelandés Charles Dempsey. El país africano albergaría el primer Mundial en el continente cuatro años después de Alemania.
El escándalo provocó que varios dirigentes de fútbol alemán fueran apartados de la federación. La investigación está en manos de las autoridades alemanas y suizas.