El Análisis | Tres preguntas
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Ocotlán, Jalisco

Immanuel Kant es eterno. En su libro “Crítica de la Razón Práctica” le plantea tres preguntas al ser humano. Quizás las mismas sean la base para que cada uno encuentre el momento y el lugar para analizarlas, para volver a reflexionarlas, para incorporarlas en el presente de todos los días y para anexar otras que están pendientes con uno mismo. Quizás nos permitan preguntarnos qué estamos haciendo y cómo lo estamos haciendo. También pueden ser fuente para un nuevo comenzar o tal vez para finalizar con aquello que no está generando un avance.

¿Qué puedo saber? Saber lo que sucede en nuestras vidas implica poseer la capacidad de aceptación hacia nosotros mismos; no hay perfección individual y tampoco social, sí pueden existir acciones que tiendan hacia las mismas, que busquen el crecimiento, que se amarren a la superación constante. Saber que podemos avanzar nos impulsa a querer lograrlo. Aceptarnos ayuda a aceptar a los demás.  

Saber para hacer, ¡qué fantástica compañía! Cuando se sabe hacer es el ser el que brilla en su trayectoria. Todos tenemos derecho a saber. Los pueblos que hacen del saber su bandera social son los que ven a sus hijas e hijos progresar. El saber le genera grandes aportes al ser humano y a la sociedad en su conjunto. Hay que sentir el valor del saber.

¿Qué puedo hacer? El sólo hecho de preguntarnos qué podemos hacer nos abre un sinfín de caminos por responder, por circular, por pensar, por definir. Su pregunta tiene una vigencia cotidiana.  Poder y hacer, gran combinación verbal. ¡Brillante unión para progresar! El qué nos llama a definir la acción. Poder y hacer necesitan acción.

¿Qué me cabe esperar?, pregunta finalmente Kant. Aquellos que quieren responderle pueden hacerlo. La respuesta está en cada uno de nosotros.

Por Marcelo Pedroza