¿Cada vez somos menos? La renuncia a ser padres| Parte III: Control de natalidad recae en mujeres

Mientras los nacimientos bajan, las cirugías para evitar tener descendencia aumentan, sin embargo la mayoría de estas recaen mayormente en las mujeres.



Guadalajara, Jalisco.

En los hospitales de la Secretaría de Salud Jalisco se realizan de manera gratuita oclusiones tubáricas bilaterales o salpingoclasias: la cirugía para mujeres y personas con capacidad de gestar; y vasectomías para los varones.

Ambos procedimientos son definitivos para evitar embarazos, pero todavía con un porcentaje de entre 1 y 2 por ciento de posibilidades de fallar como método contundente para la no reproducción.

El año pasado se realizaron seis mil 262 oclusiones tubarias bilaterales y cinco mil 404 vasectomías.

De estas intervenciones, 169 fueron a mujeres y personas gestantes menores 20 años de edad y 142 a hombres también menores de 20 años, según información de los procedimientos efectuados por la Secretaría de Salud Jalisco.

Si se revisan los datos de la misma institución, pero desde el 2020, se observa un aumento del 50 por ciento en las vasectomías.

Las salpingoclasias, por su parte, han mostrado poca variación con apenas un centenar de casos de diferencia en los últimos tres años, pero siempre, al menos unas mil 500 más que los procedimientos del varón.

La Coordinadora de Salud Reproductiva de la Secretaría de Salud Jalisco, Verónica Pinto Torres, comparte que, en su observación de práctica diaria de control de natalidad, efectivamente sí ha notado un aumento de personas que no desean ser madres ni padres.

“Cada vez hay más personas, independientemente de la mayoría de edad, que desean nunca tener un bebe. Entonces, pueden acudir a un centro de salud y solicitar su intervención quirúrgica, ya sea vasectomía u oclusión.

El año pasado, en 2023, hicimos 105 oclusiones tubáricas bilaterales en mujeres menores de 20 años; entonces, sí es interesante saber que ya hay personas que a sus 20 años o tuvieron su paridad satisfecha o decidieron no tener un embarazo”. 

Aunque la vasectomía es mucho más rápida y su periodo de recuperación más corto, cada año se realizan más oclusiones tubarias bilaterales.

La razón de esto, consideró la especialista, tiene que ver con ideologías machistas, aun cuando en ellos la cirugía dura apenas 30 minutos y enseguida se van a casa, mientras que ellas requieren anestesia general y, en ocasiones, quedarse una noche en observación.

“No se requiere de alguna preparación especial prequirúrgica como exámenes o valoración preanestésica, porque es una cirugía local.

Entonces, nada más lo que necesitamos es que el hombre vaya con su vello depilado, con higiene en su economía corporal y éste pedirles una trusa que no esté suelta, que sea un calzón ajustado para, después de la cirugía, tener más comodidad al paciente”.

“En el caso de las mujeres sí es un procedimiento más invasivo, sí requerimos de estar en hospital, hay que hacer un procedimiento en quirófano; entonces sí necesitamos una valoración preanestésica, prequirúrgica con exámenes de laboratorio para hacer la valoración anestésica y programar la cirugía.

Pedimos prueba de embarazo, biometría hemática, tiempos de coagulación y en el caso de que la paciente tenga alguna comorbilidad, algún factor de riesgo, a lo mejor un electrocardiograma o una radiografía en el caso de necesitarla, se programa cirugía”. 

Para personas menores de edad o con alguna discapacidad intelectual, estos dos procedimientos quirúrgicos requieren el acompañamiento de tutores, mas no su aprobación, explicó la coordinadora de Salud Reproductiva, quien enfatizó que se respeta la voluntad de la persona interesada y sólo se brinda una orientación respecto de posibles riesgos y modos de cuidarse luego de la cirugía.

La elección de una vida sin descendencia está acompañada de una serie de presiones familiares que se derivan de constructos sociales que posicionan a la procreación como un mandato, sobre todo para las mujeres.

Los dos testimonios de personas jóvenes que le presentamos reconocieron que la decisión causó cierto grado de rechazo, pero pleno entendimiento de su círculo familiar.

De esta forma, un mundo menos poblado y países con habitantes envejecidos son las proyecciones demográficas internacionales. Ese panorama pondrá sobre la mesa nuevos retos globales relacionados con la distribución de recursos, el mantenimiento de sistemas de pensiones y la estabilidad de las economías de cada país.

  • Esas mismas proyecciones demográficas, a nivel global, estiman que llegaremos al año 2100 con la mitad de la población mundial actual. Y ahora somos casi ocho mil millones en la Tierra.

Celia Niño