El precio del ocio | Parte IV: El privilegio de conocer a tu artista favorito

Cuando se habla de ingresos, México es un país muy desigual y eso se refleja notablemente en las opciones de esparcimiento, pues mientras clases A y B destinan 88% de su gasto en entretenimiento, aquellos con el salario mínimo solo el 30% (o menos)



Guadalajara, Jalisco.

Cuando se habla de ingresos, México es un país muy desigual. Según datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares realizada por el INEGI, los mexicanos destinamos apenas el 14% de nuestro ingreso en actividades de esparcimiento.

Y, como te dije antes, se supone que debería ser el 30 por ciento.

Cuando te digo que México es desigual, es porque el dato está medido. Las llamadas clases A y B destinan 88% de su gasto en ocio y esparcimiento.

Esto no sorprendería, considerando que este sector de la población puede llegar a tener ingresos hasta 15 veces más altos que las clases C, D y E.

Esto, evidentemente se ve reflejado en las oportunidades para divertirse.

La recreación, el ocio o el entretenimiento es un derecho de todos; sin embargo, el tema salarial sí es un impedimento. Por ejemplo, hay festivales de música buenísimos, pero en donde las entradas para un fin de semana, sumado el transporte y la comida, pueden costarte hasta un mes completo de tu sueldo.

Ya ni hablar si quieres que tu experiencia sea en el área VIP.

Ahora te voy a llevar a un concierto para que sepas cómo debes ir preparado tanto en la mochila como en el bolsillo.

  • Costo de boleto: $800
  • Paquetería: $35
  • Comidas, bebidas: una cerveza $130 y una bolsa de papas $60
  • Mercancía original del artista: De $250 a $350
  • Transporte $9.50
  • Estacionamiento: $40
  • En total una noche de concierto en Guadalajara fue de $999.50 (sin mercancía original)

Dicho  de otra forma, 13 salarios mínimos. 

Ya me acompañaste al ring, a ver a los pingüinos, a ver una buena película y a escuchar a Los Auténticos Decadentes.

¿Qué podemos concluir de estas experiencias?

Primero, que hay una amplia gama de opciones para ejercer tu derecho al ocio.

Lo malo es que hacerlo puede costar más de lo que crees.

  • Por eso, a lo largo de este trabajo te he hecho la recomendación más importante para que no sólo vivas para trabajar: destina un porcentaje de tus ingresos y así puedas vivir todas estas experiencias sin sacrificar la comida y la vivienda.

Héctor Navarro