El precio del ocio | Parte I: Lucha libre, diversión a dos de tres caídas

El Ocio es un derecho de todas y todos en México, sin embargo, este puede no estar al alcance de todos.



Guadalajara, Jalisco.

Si tuvieras que enumerar los Derechos Humanos, ¿cuáles recordarías?

Es probable que te venga a la mente el derecho a una vivienda y alimentación dignas, pero hay uno que está medio olvidado, ahí en el artículo 123 de la Constitución Mexicana: “Toda persona tiene derecho al descanso y al ocio".

Sin embargo, con la inflación al alza, el desempleo y los bajos salarios, el derecho al ocio regularmente es el primero en salir de nuestra lista de prioridades financieras.

El salario mínimo actual es de siete mil 468 pesos al mes, o lo que es lo mismo 249 pesos por día.

Ante esta realidad, especialistas recomiendan utilizar la regla 50/30/20 para distribuir nuestros ingresos.

¿Y eso qué significa? Sencillo: de nuestros 249 pesos que ganamos diarios con el salario mínimo, la mitad debe de ser para nuestras necesidades básicas; dos de cada 10 pesos deberíamos ahorrarlos, y el restante debe ser destinado a la recreación.

En esta sumatoria, 74 pesos por día deberían ser destinados a tu esparcimiento.

El profesor investigador del Departamento de Economía del CUCEA, Héctor Iván Del Toro Ríos, nos habla al respecto:

"Muchas veces este 50/30/20 es el mejor de los casos para poder tener una vida natural a través de lo que ganamos en nuestros salarios a través de nuestros empleos; sin embargo, hay que tener en cuenta que en ocasiones la población vive con los mínimos salariales y hablarle a una persona que gana alrededor de siete mil 400 pesos mensuales y que tiene que hacer esta distribución de 50/30/20 muchas veces es complicado".

Y el académico no miente, porque divertirte sí puede escapar de tu bolsillo, especialmente si percibes el salario mínimo.

Y acá te pongo algunos ejemplos de esto. Acompáñame.

  • Costo de boleto: $250
  • Comidas, bebidas: $120 de una michelada y $30 de unas palomitas
  • Transporte.

Al final se hizo una comparativa de cuantos salarios mínimos se necesitan para asistir.

¿Divertido? Sí: mucho.

¿Al alcance de todos? Desafortunadamente, no. Y esta semana te voy a presentar algunos ejemplos del esfuerzo que tienen que hacer muchos para que esta temporada vacacional sea tan divertida como nos lo permita nuestra cartera.


Héctor Navarro