Guadalajara, Jalisco.

A un par de semanas de despedir las calurosas tardes de primavera y dar la bienvenida al verano, las altas temperaturas y el fuerte sol de mediodía no dan tregua. ¿A poco no se te antoja en esta temporada un vasito de tejuino bien helado coronado con una deliciosa bolita de nieve de limón?

Sin lugar a dudas, el tejuino es una de las bebidas jaliscienses por excelencia y además, esconde una tradición milenaria. Con la develación de la “olla tejuinera” en el Sitio Arqueológico de Guachimontones se reafirma su importancia en nuestra gastronomía.

Tras nueve años de trabajo, la “Olla Tejuinera” encontrada en Guachimontones en el año 2008, fue presentada totalmente restaurada: https://t.co/E9VGZUYIyD pic.twitter.com/1Eu1Yle4X6

— Cultura Jalisco (@CulturaJalisco) May 31, 2022

Tras nueve años de arduo trabajo, la restauración de la pieza a partir de 223 fragmentos que se encontraron en 2008, concluyó. La Escuela de Conservación y Restauración de Occidente (ECRO) fue la responsable de este proceso, donde participaron distintas generaciones de alumnos y profesores de la institución.

Las investigaciones revelaron que la olla era utilizada en la época prehispánica para la fermentación del tejuino, preparado a base de maíz. Generalmente, las “tejuineras” carecen de decoración y lo que sobresale es el color natural del barro con el que fueron elaboradas.

Anteriormente, la gente utilizaba estas vasijas para producir, desde casa, sus propias bebidas.

Al respecto, la restauradora Martha Cecilia González López comentó:

“Una cosa es que te digan que nuestros antepasados tomaban tejuino y la otra es tener una evidencia real de un objeto que fermentó tejuino. Entonces, tienes un objeto que te está avalando ese hecho histórico como antecedente para nosotros conocer cómo era que se hacía el tejuino en nuestro estado y cómo ha evolucionado hasta la fecha”.

Anna Bárbara Casillas, Coordinadora General Estratégica de Desarrollo Social, destacó que el hallazgo no sólo fortalece la identidad, sino que crea vínculos entre el presente y el pasado, reconstruye la historia, fomenta los lazos y la disminución de las brechas sociales.

El poder de los museos y de lugares como Guachimontones recae en el “rescate, conservación, investigación y difusión del patrimonio”, puntualizó Miriam Villaseñor, directora del OPD de Museos, Exposiciones y Galerías de Jalisco.