Copenhague, Dinamarca
Un tercio de los médicos y enfermeros de Europa considera que padece depresión, según una investigación publicada este viernes por la rama Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
"Un médico o enfermero de cada tres declara síntomas de depresión o ansiedad", dijo el director de la OMS para Europa, Hans Kluge, citado en un comunicado. Se trata de una tasa cinco veces mayor a la de la población europea, según la agencia de la ONU.
"Más de uno de cada diez ha pensado en ponerle fin a sus días o lesionarse, es un lastre inaceptable para quienes cuidan de nosotros", señaló Kluge.
Los enfermeros y las médicas están más sujetos a la depresión y la ansiedad, mientras que los médicos varones son más proclives a volverse dependientes del alcohol, según el informe.
El personal sanitario de Letonia y Polonia registró tasas de depresión más altas, casi la mitad de los encuestados alcanzaron el umbral de un trastorno por depresión. En cambio, la prevalencia es menor en Dinamarca y en Islandia (en torno a un 15%).
La encuesta, que se basa en 90.000 respuestas de profesionales de la salud de los 27 países de la Unión Europea (UE), Islandia y Noruega, muestra también que un tercio de los médicos y enfermeros lidió con intimidaciones o amenazas violentas en el trabajo. Es en Chipre, Grecia y España donde se reportaron más actos violentos.
Asimismo, el 10% fue víctima de violencia física y/o de acoso sexual en el último año.
En el conjunto de los países estudiados, un médico de cada cuatro trabaja más de 50 horas semanales.
- El 32% de los médicos y un 25% de los enfermeros tienen contratos temporales, lo que agrava su ansiedad.
Kluge, que aludió a una "crisis de seguridad sanitaria que amenaza la totalidad de nuestros sistemas de salud", propuso varias pistas para ponerle remedio: tolerancia cero con la violencia y el acoso en centros sanitarios, reformar el recurso a las horas extras y un acceso garantizado a servicios de salud mental confidenciales.
"Con Europa confrontada a una escasez de casi un millón de trabajadores sanitarios para 2030, no podemos permitirnos perderlos a causa del agotamiento, la desesperación o la violencia", insistió Kluge.