Trasplantes de órganos animales a humanos, un hito en la medicina moderna
Fotografía: Cortesía




 Guadalajara, Jalisco.

El año pasado uno de los avances médicos más importantes en el mundo, fue sin duda el trasplante de riñón de un cerdo genéticamente adaptado a un hombre de Estados Unidos que tenía Insuficiencia Renal, y aunque el paciente murió, este es un gran avance y es considerado el primero en su tipo realizado con éxito.

Explica el jefe del servicio de Nefrología del Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, Jonathan Chávez:

“Se hace el trasplante y 52 días después Rick muere por un evento cardiovascular, llama la atención que su injerto, con estudios de autopsia y todo estaba muy bien, bastante bien, ¿qué quiere decir esto? que si no hubiera sufrido este evento cardiovascular, su injerto habría durado más tiempo.

Así que pasa a la historia como el primer xenotrasplante exitoso, de hecho ya se hizo un segundo, de hecho la FDA acaba de aprobar hace algunas semanas los ensayos clínicos para llevar a la vida real este xenotrasplante.

Para mí sin duda es la forma más asequible, en pocos años diremos que la diálisis es anecdótica”.

El paciente, Richard Slayman, de 62 años, fue el primer receptor de este riñón de cerdo genéticamente modificado el año pasado.

El segundo trasplante fue realizado el pasado 25 de enero de este año.

¿Pero cómo se hace este trasplante? qué es lo que la FDA aprobó recientemente, cómo se podrá obtener un órgano de este tipo? el especialista explica:

“Hay dos empresas estadounidenses que se dedican a esto, la cual tú irías cuando la función de tu riñón vaya en deterioro, la hipótesis es, tu vas a la empresa, te toman tu análisis genético, te hacen tu cerdo a la medida, tu cerdo de menú.

En donde desde cero empiezan esa modificación genética y afortunadamente el cerdo en dos años ya es un adulto y ya puede obtener su riñón. Ese cerdo va a ser tu cerdo, por lo tanto después de ese evento se va a sacrificar y ya tienes tus riñones a la carta en dos años, esa es la idea inicial”.

  • Indicó que hay todavía varias implicaciones bioéticas que tienen que revisarse, pero es sin duda una esperanza al final del túnel para esas miles de personas en el mundo que mueren esperando un riñón o que viven años con mala calidad de vida al vivir prácticamente conectados a una máquina para mantener la vida.

Rocío López Fonseca