Las negociaciones para ofrecer al Reino Unido un acuerdo que evite su salida de la Unión Europea vivieron progresos el jueves en Bruselas, pero "queda mucho por hacer", dijo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
"Hemos realizado progresos, pero queda mucho por hacer", dijo Tusk a la prensa al término del primero de dos días de cumbre de los líderes europeos en Bruselas, y anunció varias reuniones bilaterales en las próximas horas de la noche para avanzar en este tema.
Tusk dijo que el presidente francés François Hollande, el primer ministro británico David Cameron y su par checo Bohuslav Sobotka participarán en estas bilaterales con Tusk y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
El acuerdo, "para muchos, no es fácil de aceptar, pero hay buena voluntad", dijo por su parte a la prensa la canciller alemana Angela Merkel, que esta semana dio su decisivo apoyo a Cameron.
Las negociaciones continuarán el viernes, ya con todos los países presentes.
- Cameron reclama un acuerdo creíble -
Cameron pidió a sus socios europeos un buen "acuerdo creíble" que pueda presentar a los británicos para pedirles el voto favorable a la permanencia en la UE en el referéndum que se celebrara probablemente en junio.
Un acuerdo "que refleje que aquellos Estados que se quieran integrar más puedan hacerlo, mientras que aquellos de nosotros que no, tengan garantizado que se protegerán sus intereses", añadió.
Cameron quiere garantías de que los países que no usan el euro no se verán perjudicados por la mayoría que sí lo usa, limitar las ayudas sociales a los imigrantes europeos -la cuestión más espinosa-, quedar al margen de los próximos pasos a una mayor integración y que el mercado único mejore su competitividad.
En resumen, los reclamos reflejan la tradicional visión de Londres de lo que debería ser la Unión Europea -un gran mercado abierto- frente a los países que quieren hacer del bloque una unión más política.
Las negociaciones son "una oportunidad para pasar a un enfoque fundamentalmente diferente de nuestra relación con la Unión Europea, lo que algunos llamarían 'vivir y dejar vivir'", dijo Cameron a sus homólogos.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, estimó que las negociaciones con Londres van por buen camino: "creo que va bien, espero que mañana se llegue a un acuerdo".
Rajoy protagonizó la anecdota de la cumbre cuando explicó a Cameron, en un aparte que filmaron las camaras, que creía que las negociaciones para formar gobierno en España fracasarán y habrá nuevas elecciones el 26 de junio.
Una fecha en torno a la cual se espera que Cameron convoque el referéndum, siempre y cuando arranque a la UE un acuerdo presentable a la opinión pública británica.
"Si podemos tener un buen acuerdo lo tomaremos, pero no me quedaré con un acuerdo que no responda a las necesidades" británicas, advirtió.
"Es posible" el consenso, dijo por su parte el presidente francés, François Hollande, al llegar a la reunión, pero sólo "si se reúnen ciertas condiciones", entre ellas que "no se impida a Europa avanzar" en su construcción.
Cameron, presionado por el ala euroescéptica de su partido y las formaciones antieuropeas, prometió organizar un referendo y pidió a sus 27 socios de la UE reformas que no suscitan unanimidad.
- 'Un drama' -
Por su parte, la presidenta lituana Dalia Grybauskaite se mostró confiada: "Todo el mundo hará su drama, y entonces llegaremos a un acuerdo".
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, se expresó en la misma línea: "Hay buenas posibilidades de alcanzar un acuerdo".
En respuesta a las demandas británicas, Tusk presentó un borrador de acuerdo que que se está discutiendo en Bruselas.
El último borrador que circuló el jueves tenía 18 páginas pero contenía varios párrafos entre paréntesis, lo que significa que se trata de puntos por resolver.
"Será difícil, esta puede ser una noche larga", apuntó una fuente de Downing Street.