Guadalajara, Jalisco.

En un gesto desinteresado que ya cumple 16 años, Rubén Gutiérrez Martínez y su red de amigos y familiares se reunieron para llevar alegría a los niños de la colonia La Martinica, en Zapopan, que viven en condiciones vulnerables, afectados por la inseguridad, la violencia y la escasez.

Aunque no se trata de una fundación formal, esta iniciativa personal se ha convertido en una tradición anual para Rubén y su equipo.

• La misión es clara: recolectar juguetes, ropa y alimentos para entregarlos el 24 de diciembre a las familias de escasos recursos.

"Hace 16 años comenzamos tres personas. Iniciamos sólo con un costalito de pelotas y en un crucero se nos terminaron muy rápido y ahí decidimos invitar a gente para que la colecta se hiciera un poquito más grande y así ha sido.

Cada año se ha hecho más grande en cuanto a aportaciones y gente que nos regala cosas, dinero. Así es como lo hemos hecho".

Juguetes, ropa, calzado, cobija, suéteres es parte de lo que se recolectó y se entregó a alrededor de 500 personas habitantes de la colonia y sus alrededores.

"De 20 a 30 personas somos las que normalmente nos vamos a repartir los juguetes y llevarles alegría a la gente. Los últimos cuatro años hemos ido a

La Martinica porque la gente ya nos espera, incluso días previos nos marca preguntando si vamos a ir porque ya nos esperan".

Este acto de generosidad no solo proporciona regalos materiales, sino que también simboliza un mensaje de solidaridad y esperanza para las comunidades afectadas.

• La iniciativa de Rubén demuestra cómo el espíritu navideño puede inspirar acciones positivas y construir puentes de apoyo en medio de circunstancias desafiantes.