Ocotlán, Jalisco

Desde hace 40 años, entre los meses de septiembre y noviembre, la imagen de Nuestra Señora del Rosario de Jamay, sale de la parroquia ubicada en la plaza principal, para que los fieles del pueblo ribereño la celebren mediante misas y peregrinaciones, que también incluyen cenas y música patrocinada por los vecinos del sitio visitado; este año, aún con la pandemia de por medio, la tradición continuó, celebrando más de 50 misas por las calles de Jamay. Este pasado ocho de noviembre se llevó a cabo en la calle González Ortega.

Los 127 casos confirmados acumulados de COVID-19 y los siete fallecidos en Jamay, reconocidos tanto por radar Jalisco como por la Dirección General de Epidemiología, no fueron impedimento para que alrededor de 300 personas asistieran a esta celebración religiosa, encabezada por el cura Héctor Manuel Castellanos Padilla, Párroco de Nuestra Señora del Rosario, quien consideró que es importante que las fiestas continúen a pesar de las circunstancias.

“La verdad es que es un sentido muy grande muy hermosísimo que a pesar de la contingencia y de todas las cosas como, en el sentido verdadero de participar en la fe, de participar en la eucaristía, de participar en ella y ser conscientes de que debemos agradarle a Dios con una buena participación”.

Gente sacó sillas y se colocó frente a sus casas, otros que tuvieron que quedarse de pie en el poco espacio disponible en la calle González Ortega y aledañas, la cual había sido marcada previamente para de alguna manera respetar la distancia que, en la práctica fue difícil de cumplir. De cualquier manera los fieles de Jamay no quisieron dejar pasar la celebración a su patrona, que en este año omitió las peregrinaciones y después del botón de emergencia, las cenas. Desde el pasado 20 de septiembre en que dieron inicio, tuvo celebraciones eucarísticas al aire libre, aún con la activación del botón de emergencia el 31 de octubre, que ordenaba realizar las misas de manera no presencial los fines de semana, consigna respaldada y replicada a través de un comunicado por el arzobispado de Guadalajara.

Hubo la paz, con sana distancia, el padre nuestro, la comunión, repartida sin contacto directo e incluso la celebración de una rifa para beneficio de la parroquia, después de lo cual fue dada la bendición a la multitud que rápidamente desalojó el sitio aunque la imagen todavía estaría una hora en la González Ortega, esto por recomendación de Protección Civil según el párroco Castellanos Padilla, la cual por cierto, no estuvo presente a pesar de la considerable presencia de fieles, al igual que ninguna otra autoridad municipal.

Finalmente el párroco dio un mensaje a los jamaytecos:

“Gracias por su responsabilidad, que hermoso que todos han correspondido con el cubrebocas, con la sanitización, con todo esto. Eso significa que es una comunidad madura, muy responsable, ‘te cuido y me cuidas’, dicen por ahí”.

La pandemia no detuvo las fiestas en honor a la Virgen del Rosario de Jamay, quizá no hubo churros y otros antojitos, además de música en la misma proporción que antes, sin embargo continuó, esto a pesar de que incluso en la editorial del semanario “Desde la Fe” de la Arquidiócesis de México, publicó una editorial el pasado 1 de noviembre en referencia al día de muertos, en la que dijeron: El arraigo de las fiestas religiosas no es una excusa para reunirnos de forma masiva, pues está de por medio nuestra vida y la de muchas otras personas.

Las romerías en honor a la virgen del Rosario de Jamay culminarán el próximo viernes 13 de noviembre, con una misa en la explanada principal, fecha en que todavía estará vigente el botón de emergencia, que entre semana permite las celebraciones religiosas, pero solo en lugares con cupos mayores a 200 personas y sólo permitir el ingreso a no más de 50.