Guadalajara, Jalisco.

El ex rector de la Universidad de Guadalajara, Enrique Javier Alfaro Anguiano deja un gran legado que suma al principal objetivo de esta casa de estudios: que todos los jóvenes puedan acceder a la educación y se conviertan así en factor de cambio y un impulso para nuestro país.

Alfaro Anguiano falleció la madrugada del martes 9 de julio en la ciudad de Guadalajara, a sus 82 años de edad. Es el rector número 42 de los 50 que han escrito la historia de la Universidad de Guadalajara.

Nació un 23 de junio de 1942 y 18 años después, en 1960, se integró a la comunidad universitaria como estudiante de la histórica Escuela Vocacional de la Universidad de Guadalajara para cursar el bachillerato.

Cimentó su educación realizando sus estudios profesionales en la Facultad de Derecho de la propia Universidad de Guadalajara, en otro memorable edificio como lo es el situado frente a la glorieta de la Normal, 

Así formó parte de la generación de abogados 1962 -1967 “Generación Licenciado Constantino Rogelio del Río”.

Ese era el principio de una brillante trayectoria universitaria, ya que en 1967 se convirtió en presidente de la entonces Federación de Estudiantes de Guadalajara, de 1967 a 1969, y se integró en la representación estudiantil ante el Consejo General Universitario.

Destaca su desempeño como docente, carrera que inició en la materia de Sociología en la Escuela Preparatoria número 4, del 16 de marzo de 1969 al 25 de septiembre de 1972.

Esa fue una de sus materias predilectas, porque también impartió otras como Derecho Obrero, Historias de las Ideas Políticas, Derecho Agrario, Estructura Política de México, Etimología, Ética, Filosofía y otras más, tanto en la prepa 4 como en la Preparatoria para Trabajadores y la Escuela de Trabajo Social.

El 20 de marzo de 1975 alcanzó el grado de profesor de tiempo completo en la materia de Problemas Socioeconómicos y Políticos de México en la Escuela Preparatoria número 4, hasta el año de 1989.

“Toda mi vida he trabajado y luchado, para que los jóvenes tengan acceso a la educación, para prepararse y formarse y ser útiles a la sociedad, e instrumentos de superación y libertad para nuestra Patria”, escribió en sus memorias sobre la educación.

• A la par desarrolló toda servicio civil de carrera universitario comenzando en 1966 como miembro de la Comisión de Reglamentos, integrante de la Comisión de Educación del Consejo General Universitario; secretario de la Escuela Preparatoria número 4, director de la Escuela Preparatoria número 4, del primero de mayo de 1971 al 15 de abril de 1974; representante de la rectoría en la Comisión de Admisión a la Escuela Preparatoria número 4; director del Departamento de Enseñanza Preparatoria, miembro de la Comisión de Festejos de los 50 años de la refundación de la Universidad 1925-1975 y secretario general de la Universidad, del 30 de octubre de 1975 al 31 de marzo de 1983.

Egresados de la antigua Facultad de Derecho de la UdeG lo designaron como su padrino de generación de abogados 1971-1976, en éste último año. 

El destino y su trayectoria lo llevó a ocupar la Rectoría General del primero de abril de 1983 al 31 de marzo de 1989.

Siendo él rector de la Universidad de Guadalajara, se celebraron las dos primeras dos ediciones de la FIL (1987 y 1988), siendo el licenciado Raúl Padilla director del Departamento de Investigación Científica y Superación Académica.

Al final de su rectorado, Enrique Javier Alfaro Anguiano recibió el fiat de notario público, función que desarrolló desde 1989 hasta que su salud se lo permitió. 

Descanse en paz Enrique Javier Alfaro Anguiano.