Londres
El G20, el foro integrado por veinte países industrializados y emergentes, no puede "dejar de lado" un cambio climático "que diezmará" sus economías, advirtió el miércoles en Londres el secretario de la agencia ONU Clima, Simon Stiell.
"Necesitamos un nuevo acuerdo sobre financiación de la lucha contra el cambio climático entre los países desarrollados y los países en desarrollo", declaró el dirigente granadino en un discurso en la Chatham House, organización no gubernamental también conocida como Instituto Real de Asuntos Internacionales.
"Culparse unos a otros no es estratégico" y "dejar de lado el clima no es la solución a una crisis que diezmará todas las economías del G20 y que ya ha empezado a hacer daño", añadió, en su discurso "Dos años para salvar el mundo", el secretario ejecutivo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
El 1 de marzo, los ministros de Finanzas de los países del G20 concluyeron su reunión en Sao Paulo sin llegar a un acuerdo sobre un comunicado conjunto debido a las divisiones por las guerras en Ucrania y Gaza.
Pasos a dar en 2024
Sin embargo, desbloquear los miles de millones de dólares necesarios para la transición energética y la adaptación al calentamiento global en las economías en desarrollo es un tema central de las negociaciones internacionales sobre el clima en 2024.
Tanto con vistas a la COP29, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en noviembre en Bakú, como en las reuniones del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, a mediados de abril.
"La potencia financiera que el G20 desplegó durante la crisis financiera mundial (en 2008) debería volver a desplegarse y dirigirse directamente a frenar las emisiones desbocadas y a aumentar la resiliencia ahora", añadió Stiell.
El liderazgo del G20, que representa el 80% de las emisiones de la humanidad, "debe estar en el centro de la solución, como lo estuvo durante la gran crisis financiera", añadió Stiell.
Los países de todo el mundo deben aumentar sus objetivos de reducción de gases de efecto invernadero, actualmente insuficientes para limitar el calentamiento a 1,5°C como prevé el Acuerdo de París, recordó el alto funcionario de la ONU.
Simon Stiell también destacó el "papel absolutamente crucial" del G7, el grupo de los siete países más industrializados del mundo, "como principales accionistas del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional".
"Un avance serio en la financiación de la lucha contra el cambio climático es un requisito previo para que los países en desarrollo elaboren nuevos y audaces planes nacionales de lucha contra el cambio climático, sin los cuales todas las economías, incluidas las del G7, se verán pronto sumidas en graves y permanentes conflictos", señaló el máximo dirigente de la ONU en cuestiones del clima.
- En opinión del dirigente granadino, en la COP29 de Bakú, "tenemos que acordar un nuevo objetivo para la financiación de la lucha contra el cambio climático".
Papel de Brasil
En su discurso, Stiell apuntó que ese acuerdo debería contar con más financiación en condiciones favorables para los países más pobres y vulnerables y nuevas fuentes de financiación internacional para el clima.
Igualmente incluyó, como otro de los pasos para llegar a ese acuerdo, aliviar la deuda de los países que más lo necesitan para que dispongan del espacio fiscal necesario para la inversión climática.
Stiell destacó el papel de Brasil, que albergará en 2025 la COP30, en la ciudad de Belén.
"Brasil, que también acoge la COP30, tiene un papel vital que desempeñar para poner en marcha la ambiciosa acción que necesitamos. Me anima que el G20, bajo el liderazgo de Brasil, esté explorando formas de encontrar nueva financiación para el clima y el desarrollo", señaló el dirigente granadino.