Roma y Berlín abogarán conjuntamente por el envío de regreso de solicitantes rechazados de asilo y por un reparto justo de los refugiados, según arrojaron consultas de gobierno entre Italia y Alemania celebradas ayer en Maranello.
"Estaremos a la altura de nuestra responsabilidad humanitaria, pero aquellos que no tienen derecho a quedarse deben partir", manifestó la canciller alemana, Angela Merkel.
Por su parte, el primer ministro italiano, Matteo Renzi, explicó que ambos países aspiran a que los refugiados sean repartidos de forma equilibrada y justa en Europa. "Sabemos que hay fronteras. Es impensable que Europa pueda recibir a todos", señaló.
Merkel, por su parte, le prometió el respaldo y ayuda de Alemania a Renzi en el tema de los migrantes. "Todos estamos afectados cuando pasa algo difícil en las fronteras exteriores europeas", afirmó.
Solamente durante los últimos tres días fueron rescatados unos 12 mil refugiados del Mediterráneo ante las costas italianas. La canciller alemana elogió explícitamente el buen funcionamiento del registro de los que buscan quedarse en Italia.