Guadalajara, Jalisco.
Para tener un mejor sistema de fiscalización en Jalisco, no se debe buscar un mesías o un santo, sino reformar todo el entramado jurídico y erradicar las complicidades entre la clase política, consideraron líderes de observatorios ciudadanos al opinar sobre el fin de la era de Alonso Godoy al frente de la Auditoría.
Mientras sus detractores reprochan que su actuar provocó pérdida de credibilidad en la institución, sus aliados, aseguran que en todos sus procesos se apegó estrictamente a la ley.
El diputado, Hugo Rene Ruiz Esparza Hermosillo, presidente de la Comisión de Vigilancia señaló que no todo es negativo en la gestión de Alonso Godoy.
Ruiz Esparza añadió que el auditor superior cumplía siempre con los términos legales en la revisión de cuentas públicas que enviaba al Congreso Local.
El coordinador del Observatorio Legislativo del ITESO, Alberto Bayardo, señaló que el cumplir la ley no es suficiente, pues el sistema jurídico no es el ideal.
Agregó que el problema de fondo no es la persona que se elija, y que no es posible que se sigan revisando cuentas en el Congreso cinco años después.
El coordinador del observatorio ‘Jalisco Como Vamos’, Augusto Chacón coincidió en que aunque termina la era de una persona al frente de la Auditoría, falta dar pasos adelante en la legislación.
Y también se pronunció por una reforma profunda que no permita que redes de complicidades políticas adulteren el fin noble de la fiscalización y enfatizó en el papel de omisión por parte del Congreso Local.
Todos coincidieron en que para el nuevo proceso que se realizará en 2017, el anhelo ciudadano es contar con una mayor transparencia y un perfil que ayude a fortalecer a la institución.