La semana pasada, un juez realizó una orden de aprehensión a una mujer de 64 años llamada Murra, por la cantidad de dos cargos, uno de ellos, el “albergar a un extranjero de manera ilegal”, de acuerdo a un comunicado emitido por el Departamento de Inmigración y Control de Aduanas de EEUU los crímenes se cometieron en Forth Worth y El Paso.

Por 14 años Murra convenció a dos mujeres de que era “la voz de Dios”, incluso las hizo escuchar grabaciones de ella leyendo versos de la biblia, explicaron documentos de la corte.

Cuando sea sentenciada en noviembre, la acusada de la privación de la libertad de estas mexicanas enfrentará 20 años en una prisión federal por cada caso.

De acuerdo a los documentos de la corte, la acusada, hacía que las mexicanas durmieran en el piso y pidieran permiso para utilizar el baño. Ellas sólo podían hablar con Murra, la mujer que las mantenía encerradas y que sólo les brindó agua y pan como alimentación.

Según las declaraciones de las mujeres, podían dormir en el suelo de una habitación, pero si alguna se “portaba mal” debía dormir en el garaje o en el patio trasero.

Las mujeres eran obligadas a limpiar, en promedio de tres a cuatro casas en un día, además de la casa de Murra y de preparar las comidas.