Las viviendas de interés social que se construyen en Jalisco distan mucho de ser calificadas como viviendas dignas; son construidas por desarrolladores sin ética,  están alejadas de las fuentes de empleo, carecen de servicios públicos y los espacios son muy reducidos, consideró la arquitecta embajadora de la agenda My World 2030 de la ONU, Isamar Herrera.

En Jalisco existen un millón 800 mil viviendas y se estima que más de 300 mil están abandonadas y todas ellas son de interés social concentradas principalmente en el corredor del periférico a Tlajomulco o las que se construyeron sobre la carretera a Chapala.

Las razones del abandono obedecen a la falta de servicios públicos o la nula capacidad de pago que tienen los propietarios, según informó el arquitecto Gerardo Monroy quien agregó que estas casas abandonadas están concentradas en grandes núcleos, lo que convierte al espacio en un foco rojo de delincuencia muy alejado de concentraciones masivas de casas habitadas como era la intención de origen.

Además del poco interés de constructores privados y gobierno para que las viviendas construidas sean habitadas, aún es poco lo que se hace con la construcción de casas sustentables pese a que créditos como el Infonavit ofrecen el llamado vale de hipoteca verde, que es intercambiable por sistemas fotovoltaicos, de calentadores solares o de captación de lluvia y al que apenas acceden unos dos mil 500 jaliscienses.

De este y más temas relacionados a las viviendas dignas y sustentables se tratará el curso que ofrecerán estos dos arquitectos en la Escuela Superior de Arquitectura del 16 de agosto al 13 de octubre con un costo de cuatro mil 800 pesos y que va dirigido a los profesionales de la construcción con la intención de renovar los compromisos éticos con la sociedad y el medio ambiente en el proceso de generación de nuevos núcleos de viviendas de interés social.