Los panteones de la metrópoli se llenan de ofrendas, flores, comidas y velas
Familia González




Guadalajara, Jalisco.

En el Día de los Muertos, miles de personas acuden a los 36 cementerios metropolitanos de Guadalajara, Zapopan y Tlajomulco para dejar ofrendas, flores, comida y velas. 

Con 127 años de existencia al panteón de Mezquitán acudió la familia Rodríguez para desayunar un lonche de frijoles con Chilaquiles en la “casa de todos”, la tumba donde están los integrantes de la “Rondalla tapatía”. Cada año la generación femenina se reúne para convivir, adornar la tumba, escuchar las melodías y entonar el rosario.

Una de las integrantes de la familia, Guadalupe Rodríguez Aguirre, platica sobre lo que es un día especial y una tradición de generación en generación. 

Los panteones de la metrópoli se llenan de ofrendas, flores, comidas y velas

Familia Aguirre

“Cada año nos venimos a juntar aquí la familia, a desayunar con ellos, los extrañamos muchos, pero aquí estamos. Chilaquiles y frijolitos, con queso y coca”.

Para Margarita Rodríguez reunirse en la “casa de todos” es festejar la muerte y a la vez agradecer a la vida.

“Les estaba comentando a mis primas, a mis sobrinas, que es un día así lo sentí hoy es festejar la muerte, agradeciendo la vida.

Porque la vida que nos dieron ellos a nosotros fue super especial, entonces, agradecemos la vida que nos dieron, pero al mismo este medio confuso, que ya no están, están allá, en otro lugar a lo que nosotros le llamamos muerte, y a donde todos mundos vamos a llegar a ir”.

A unos metros de la primera sección del cementerio de Mezquitán, María de Lourdes González Lomelí, junto con su sobrino adornaron la tumba familiar, donde esta su hermano, su abuelita y su abuelito.

La tradición familiar es adornar la tumba con una temática diferente: en el 2022 estuvo enfocado al mariachi y este año fue el altar de muertos con los tres escalones.

“Para nosotros es un orgullo porque de verdad, nos desvelamos haciendo todo y la familia, los demás hermanos son los que cooperan económicamente y nosotros hacemos lo manualmente posible. Vienen mis hermanos y toda la familia, somos más de 30 y venimos en todos los horarios y aquí estamos hasta que nos corren”.

Aunque el Mariachi en los cementerios de Guadalajara se prohibió, las familias acuden con sus pequeñas bocinas a festejar la tradicional fiesta mexicana de los difuntos.

  • A los 36 cementerios de Guadalajara, Zapopan y Tlajomulco de Zúñiga acudieron más de medio millón de personas con un reporte de saldo blanco.

Isaura López Villalobos