Ciudad de México, México 

Los cinco pasajeros de un autobús que fueron secuestrados cuando el vehículo circulaba por una carretera del noreste de México fueron liberados y el móvil del ataque sería asaltarlos, informó este domingo la Fiscalía General Mexicana.

Tras intercambiar información con las fiscalías de los estados de Coahuila y Tamaulipas, "se logró establecer la identidad y el paradero de cinco de los pasajeros víctimas de los hechos", informó en un comunicado la fiscalía.

El lunes 12 de septiembre, poco después de salir de la estación de transportes de Nuevo Laredo, Tamaulipas, fronteriza con Estados Unidos, varios hombres que viajaban en tres camionetas obligaron al autobús a detenerse y tras revisar a los pasajeros se llevaron a cinco de ellos.

Agentes de la fiscalía tomaron declaración a cuatro de las víctimas, quienes relataron que fueron llevados por su captores "a un paraje solitario donde fueron desapoderados de sus pertenencias y abandonados".

"Las cuatro víctimas localizadas hasta el momento, ya fueron reconocidas por los chóferes de la unidad en la que viajaban cuando sucedieron los hechos", añadió el comunicado al señalar que están en buen estado de salud.

Sobre el destino el quinto pasajero, la fiscalía explicó que ya cuenta con datos sobre su paradero y agentes ya trabajan en su localización.

Inicialmente, uno de los conductores del autobús, que partió de San Luis Potosí rumbo a Ciudad Acuña, Coahuila, había declarado que eran 15 los pasajeros secuestrados, pero la Fiscalía de Tamaulipas aseguró que sólo iban nueve pasajeros cuando salió de Nuevo Laredo, de los cuales cinco fueron privados de su libertad.

La Fiscalía General no brindó detalles sobre la nacionalidad de las víctimas.

Ciudadanos y organizaciones civiles, en Tamaulipas y otros estados del norte de México, han señalado en los últimos años que viajeros de autobuses son secuestrados en plena carretera, aunque las denuncias ante las autoridades son contadas, sobre todo por temor a represalias de los conductores u otros pasajeros.

En la zona noreste de México operan los cárteles de los Zetas y del Golfo, antiguos aliados que libran una pugna por el control de las rutas de la droga hacia Estados Unidos.

En agosto de 2010, un grupo de 72 emigrantes indocumentados, la gran mayoría centroamericanos, fueron retenidos por los Zetas en la comunidad de San Fernando, Tamaulipas, a unos 180 kilómetros de la frontera, y luego asesinados.