Los Alto de Jalisco, Jalisco.
Los productores de Leche de la región de Los Altos de Jalisco, productora de casi 18 por ciento de este alimento a escala nacional, mantienen por más de un mes las protestas por los bajos precios que les pagan los industriales y los intermediarios, que en el caso de Los Altos Norte, amenaza a toda una cadena comercial formada por más de quince mil familia, alerta el dirigente ganadero de San Juan de los Lagos, Jairo Muñoz.
La empresa pública Leche Industrializada Conasupo (Liconsa) compra preferentemente a pequeños productores con el afán de disminuir las desviaciones del mercado de la leche e inducir un precio base, pero el dirigente estima que en los últimos años se ha dedicado a operar como cualquier empresa que trata de maximizar ganancias aunque el producto que adquiere es canalizado a personas de escasos recursos. El precio tope actual, de 6 pesos con 90 centavos, no sólo está por debajo de los costos de producción, estimados en 7 pesos con 40 centavos, sino que se aplica de forma restringida, lo que deja a miles de pequeños productores fuera de mercado.
De acuerdo a los datos del dirigente lechero, a quienes no pueden vender ni a Liconsa ni a compañías privadas, no les queda más remedio que dar su fluido a los intermediarios a cambio de tres pesos por litro. Estos son los que tienen el arreglo con Liconsa o con las empresas privadas, y logran cobrar arriba de 6.90 pesos por litros, lo que a su juicio es demostrativo de corrupción.
También destaca que los precios que se ofrecen al público revelan la enorme ventaja de los industrializadores, que pagan leche barata y la venden a altos costos. El que sostiene este edificio de negocio es el precio castigado que se paga al lechero.
Los lecheros han tomado periódicamente, los últimos 40días, casetas y puntos carreteros en Los Altos. Señalan estar desesperados por la falta de apoyo del gobierno de Jalisco, pese a que presume que la entidad es líder nacional agropecuario. También destacan la incongruencia del estado mexicano en, a pretexto del libre mercado, no proteger un derecho humano básico, que es el derecho a la alimentación, cuyo cumplimiento será crítico en las siguientes décadas debido a que el cambio climático arrasará con tierras productivas.