Guadalajara, Jalisco.
El problema del agua provocado por el auge aguacatero reviste enormes dimensiones sociales. El centro de México, en particular los estados de Michoacán, Jalisco y México, que concentran 80 por ciento de las huertas del fruto, podrían enfrentar severos conflictos, como ya sucedieron en Chile hace menos de un lustro, y que derivaron en un bloqueo al aguacate o palta chilena en los mercados internacionales.
Esto dice el investigador Alberto Gómez-Tagle, de la Universidad Michoacana en San Nicolás de Hidalgo:
“...cuando nosotros vemos los datos de productividad, en este caso, pues es muy notorio que los volúmenes de producción, el aguacate de temporal está cerca de 9.89 toneladas por hectárea en el promedio para este municipio (Uruapan), y en el riego, incrementa a 10.03 (toneladas), que es un incremento marginal.
Entonces, consume casi 3 veces más agua el aguacate de riego, y tiene un
incremento solamente de 3 por ciento de eficiencia. Esto nos habla de que vamos a tener un problema a nivel hídrico que depende del manejo que estamos dando al agua; existen diferentes organizaciones sociales en el estado de Michoacán que están poniendo de manifiesto que existen ya problemas de abastecimiento de agua en diferentes partes del estado, porque se utiliza para el cultivo no solamente de aguacate, sino de arándano, de zarzamora, de berries, y esto puede detonar problemas sociales, se está generando, se está apropiando del agua para producir, pero esta apropiación es un tanto ineficiente, porque con un volumen mucho mayor no se duplica la producción, sino que hay un incremento muy marginal.
Este es un ejemplo de los que hemos trabajado mucho, un artículo que tenemos en arbitraje en una revista internacional muy conocida, pero los estudios nos revelan que hay un manejo bastante ineficiente. Hay países como Israel que han logrado rendimientos de hasta 12 o 15 toneladas en sistemas de riego muy monitoreados en condiciones semiaridas.
En el caso del centro de México, decimos, hay mucha agua, y entonces se sobrerriega, y hay un manejo que podría ser hasta cierto punto ineficiente, y esto va a llevar a una crisis; espero equivocarme, académicamente la información nos dice que esta
situación nos puede llevar a una crisis como la que se detonó en Chile en la región de Petorca y La Ligua, que ocasionó un boicot internacional por el cultivo de aguacate dejaba sin agua a comunidades enteras; eso, va a empezar a ocurrir relativamente pronto en el centro de México, en Michoacán, Jalisco, Estado de México, que son los principales productores y que tiene la mayor expansión de cultivo de aguacate a nivel nacional”.
Aquí, independientemente de si son huertas legales sobre zonas agrícolas o sobre bosques desmontados, el efecto es generalizado. Los estudios del investigador acreditan que la planta cultivada consume hasta 4 tantos más agua que un bosque natural de pino-encino.
No se pierda esta semana la segunda parte de Aguacate: negocio, ecocidio y crimen, en Territorio Reportaje.