México.

La polémica reforma del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, que propone la elección popular de jueces y magistrados iniciará este martes su trámite final en el Senado en medio de protestas, tensiones con Estados Unidos y nerviosismo económico.

Los senadores comenzarán a debatir el proyecto y podrían someterlo a votación este mismo martes o el miércoles, según el bloque de izquierda que domina el Congreso.

La iniciativa fue aprobada la semana pasada por la amplia mayoría oficialista en la Cámara de Diputados, que debió sesionar en un polideportivo pues su sede en Ciudad de México fue bloqueada por trabajadores judiciales en huelga.

López Obrador, que entregará el poder a su copartidaria Claudia Sheinbaum el 1 de octubre, asegura que la elección de jueces y magistrados, incluidos los de la Suprema Corte, es urgente porque el poder judicial está "podrido de corrupción".

En vísperas del debate, la presidenta del máximo tribunal, Norma Piña, equiparó la enmienda con un intento de "demolición del poder judicial", lo que fue rechazado por el mandatario, que acusa a la corte de estar al servicio de la élite política y económica.

La oposición, Estados Unidos, expertos de Naciones Unidas y organizaciones como Human Rights Watch aseguran que el voto directo socavará la independencia judicial y dejará a los jueces a expensas del narcotráfico.

Suspenso 

El trámite en el Senado está marcado por el suspenso, ya que al oficialismo le faltaría un solo voto para completar los 86 (dos tercios) necesarios para aprobar reformas constitucionales, aunque el líder del Senado, Gerardo Fernández Noroña, sostiene que 85 serían suficientes.

Con un pasado de deserciones y escándalos, el opositor PRI anunció que concentrará a sus senadores en un hotel tras denunciar amenazas del crimen organizado.

"Al güey que vote en contra [de lo acordado por la oposición, que] lo linchen al pendejo", instó a su vez la senadora del conservador PAN, María de Jesús Díaz.

Estados Unidos y Canadá advierten además de un daño a la democracia y al acuerdo de libre comercio T-MEC en caso de litigios, en momentos en que México se consolida como principal socio comercial de su vecino del norte tras desplazar a China.

López Obrador, quien rechaza esas expresiones como "injerencistas", insiste en que el voto directo acercará la justicia a la gente en este país donde diariamente se registran unos 80 homicidios y la impunidad supera el 90%, según oenegés.

• El mandatario, cuya popularidad ronda el 70%, planteó la reforma en el marco de un enfrentamiento con la Suprema Corte que le ha bloqueado total o parcialmente reformas en los sectores energético y de seguridad.

 "Batalla hasta el final" 

Al denunciar el domingo el intento de "demolición", la presidenta de la corte presentó dos propuestas de reforma elaboradas por el poder judicial que plantean mayor presupuesto para los tribunales locales, así como la formación y certificación de fiscalías y policías de investigación.

En medio del choque de poderes, López Obrador instó la semana pasada a la corte a no bloquear la reforma, luego de que la ministra Piña resolviera consultar con sus colegas si ese tribunal es competente para frenar la iniciativa, como pidieron funcionarios judiciales en huelga mediante un recurso legal.

El único caso similar en América Latina es el de Bolivia, donde los magistrados de las altas cortes son elegidos por voto popular, mientras los jueces ordinarios son designados por un consejo de la judicatura.

Pero la independencia de los magistrados de elección ha quedado en entredicho en medio de la disputa entre el presidente Luis Arce y su mentor, el exmandatario socialista Evo Morales (2006-2019).

Los partidos opositores, PAN, PRI y Movimiento Ciudadano han dicho que votarán contra la iniciativa, al tiempo que denuncian presiones desde el oficialismo.

"Ya lo hemos dicho y lo reiteramos: daremos la batalla hasta el final para evitar este atropello a la República y a la democracia", escribió en X la senadora de Movimiento Ciudadano, Alejandra Barrales.

Expertos señalan que las preocupaciones de los inversionistas sobre la reforma han contribuido a una caída en la cotización del peso frente al dólar.

Pero López Obrador aseguró el lunes que los movimientos en la moneda "tienen que ver fundamentalmente con factores externos".