Guadalajara, Jalisco
El cambio climático es un proceso que está presente a escala mundial, ya en este siglo sus efectos están medidos e identificados. Para el contribuimos todos en cada acción humana y los retos para mitigar sus efectos no se ven claros en estados como Jalisco, que con sus ocho mil hectáreas de territorio, lo convierten en un actor obligado para abonar a la reducción de contaminantes.
Sin embargo los gobiernos tienen planes ajenos a los de protección ambiental, para el muestra el Plan de Ordenamiento Territorial (POTMET), que presentaron municipios conturbados como herramienta de orden urbano y protección ambiental pero que, como advirtió el investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Arturo Curiel Ballesteros, es un documento más preocupado por la infraestructura que por el ambiente.
Otro capítulo preocupante de cara al cambio climático, y lo que en Jalisco se hace para su mitigación, es el tema del Bosque de la Primavera, aliado principal de la ciudad para la dotación de oxígeno agua y biodiversidad, actualmente enfrenta la amenaza por el proyecto de geotermia que encabeza la Comisión Federal de Electricidad y que tiene 81.5 millones de pesos etiquetados por la federación para comenzar las excavaciones.
Actualmente en Jalisco más de la mitad de sus municipios sufren los embates de la sequía, los mantos acuíferos se siguen explotando y los casos de muertes por olas de calor son una realidad, lamenta el investigador quien agrega que la periodista de producción de alimentos en Jalisco es otro efecto contundente del cambio climático no atendido en la entidad.