Madrid
Un equipo de científicos ha descubierto unas herramientas de piedra olduvayense en la cuenca de Turkana (Kenia) de entre 2,75 y 2,44 millones de años que demuestran que los primeros humanos ocuparon ese lugar durante 300.000 años pese a la hostilidad del entorno.
Los investigadores creen que estas herramientas podrían marcar "un punto de inflexión" en la evolución humana, ya que reflejan la extrema resiliencia de los primeros humanos que en ese momento de la historia afrontaron incendios recurrentes, sequías y drásticos cambios ambientales.
Los detalles del estudio, liderado por investigadores de la Universidad de George Washington (Estados Unidos), se han publicado en Nature Communications.
El artículo, firmado por científicos de Kenia, Etiopía, Brasil, Alemania, India, Países Bajos, Portugal, Rumanía, España, Sudáfrica y Reino Unido, informa del hallazgo, en el yacimiento de Namorotukunan, de unas herramientas de piedra de hace 2,75 a 2,44 millones de años, que se encuentran entre los primeros "cuchillos multiusos" fabricados por los homínidos.
Las herramientas demuestran que nuestros antepasados no solo sobrevivieron, sino que prosperaron "en uno de los períodos más inestables desde el punto de vista medioambiental de la historia de la Tierra", apunta el estudio.
- Para Susana Carvalho, directora científica del Parque Nacional de Gorongosa en Mozambique y autora principal del estudio, estos hallazgos "sugieren que el uso de herramientas pudo haber sido una adaptación más generalizada entre nuestros antepasados primates".
Herramientas para sobrevivir al entorno
Namorotukunan es un yacimiento arqueológico recientemente descubierto que ofrece una ventana única para el estudio de las adaptaciones conductuales de los homínidos, explican los autores del estudio.
El yacimiento comprende tres horizontes arqueológicos distintos que abarcan aproximadamente 300.000 años (2,75-2,44 millones de años) lo que "revela una extraordinaria historia de continuidad cultural", afirma el autor principal, David R. Braun, profesor de antropología en la Universidad George Washington e investigador en el Instituto Max Planck de Alemania.
"Lo que estamos viendo no es una innovación puntual, sino una tradición tecnológica de larga duración", subraya Braun.
Para reconstruir el entorno climático de esa época, los autores dataron las cenizas volcánicas y estudiaron los sedimentos antiguos, las firmas químicas de rocas y los restos microscópicos de plantas, todo ello les permitió reconstruir las duras condiciones climáticas que soportaron los primeros humanos y que les obligaron a adaptar su tecnología para acceder a nuevas dietas -como la carne- y convertir las dificultades del entorno en una ventaja para la supervivencia.
"Nuestros hallazgos demuestran que hace unos 2,75 millones de años los homínidos ya eran expertos en fabricar herramientas de piedra afiladas, lo que sugiere que el inicio de la tecnología Olduvayense es más antiguo de lo que pensábamos", afirma Niguss Baraki, de la Universidad George Washington.
Además, "las marcas de corte relacionan las herramientas de piedra con el consumo de carne, lo que revela una dieta más amplia que se mantuvo a lo largo de paisajes cambiantes", detalla Frances Forrest, de la Universidad de Fairfield (Reino Unido).
En paralelo, "los registros fósiles vegetales cuentan una historia increíble: el paisaje pasó de ser un humedal exuberante a convertirse en praderas secas arrasadas por el fuego y semidesiertos", destaca Rahab N. Kinyanjui, del Museo Nacional de Kenia/Instituto Max Planck.
"Y a medida que la vegetación cambiaba, la fabricación de herramientas se mantuvo constante. Eso es resiliencia", subraya.
Un trabajo interesante
Para el investigador del Instituto de Historia del CSIC y Premio Nacional de Investigación 2025, Ignacio de la Torre, se trata de un estudio "interesante" porque confirma que hace 2,7 millones de años los primeros humanos fabricaban herramientas de piedra "de forma recurrente".
"El mismo equipo descubrió herramientas de esta cronología en el Triángulo de Afar en Etiopía, a muchos cientos de kilómetros de este hallazgo en el norte de Kenia, lo que confirma que el Olduvayense desde el principio se extendió por buena parte de África oriental", apunta a EFE el investigador español.
En su opinión, aunque otras evidencias olduvayenses habían demostrado que tecnología persistió a lo largo de distintos momentos climáticos, este trabajo "refuerza la idea de que el Olduvayense, una tecnología simple de producción de lascas (cuchillos cortantes) a partir de la talla poco elaborada de núcleos, comenzó al menos hace 2,7 millones de años".
"Y seguramente apareció como respuesta a nuevas necesidades funcionales tales como el consumo de animales, probablemente a través del carroñeo de presas cazadas por los grandes felinos", apunta el experto.
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