Los haitianos votaban este domingo para elegir presidente y renovar a casi todos los representantes políticos, con varios años de atraso respecto de las exigencias constitucionales, con la esperanza de sacar al país más pobre de América de una inestabilidad política crónica.

Los 5.8 millones de electores deben acudir a los centros de votación antes de las 16H00 locales (20H00 GMT) para la primera vuelta de la elección presidencial, la segunda vuelta de las elecciones legislativas y las municipales. Los resultados no se conocerán hasta principios de noviembre.

La policía era más visible que en la primera vuelta de las legislativas, el 9 de agosto, muy perturbada por incidentes violentos y fraudes. Ese día dos personas murieron en enfrentamientos entre miembros de partidos rivales y la votación se anuló en un cuarto de las circunscripciones del país.

En la capital, Puerto Príncipe, los centros de votación abrieron con un ligero retraso debido a la gran cantidad de delegados de los partidos políticos. 

Urnas apoyadas en pequeñas mesas o en rincones de bancos: en el liceo de Pétionville, que concentra más de 70 circuitos de votación, la logística parecía ser el principal problema.

"Es realmente lamentable pero siempre es así en las elecciones", lamentó Frantz Ernso, un observador de la sociedad civil haitiana. 

"La gente vota en cuclillas frente a bancas. En términos de espacio, no hubo mejoras en relación al 9 de agosto", sostiene, constatando la estrechez de los lugares de votación donde están instaladas las cuatro urnas necesarias para elegir alcaldes, diputados y senadores, además del nuevo jefe de Estado.

 

- "Es una tragedia" -

 

Poco después de las 10H00 (1400 GMT), Jude Celestin, uno de los favoritos para en las presidenciales, llegaba a su centro de votación. 

"Vamos directo hacia una victoria en la primera ronda", dijo el candidato del partido Lapeh a la AFP, pidiendo a sus seguidores que continuasen votando pacíficamente.

Otros como Patrick Cherilus, un ciudadano de 40 años, ejercieron su derecho al voto con un interés particular en las elecciones municipales: "Me gustaría que Pétionville esté limpia y bonita, como cuando nací. Pero hoy en día está llena de basura".

"El país necesita más escuelas, más puestos de trabajo y los centros de salud para niños", agregó.

"Hoy vine a votar porque creo que la situación de mi país es una tragedia desde hace décadas", dijo Joseph, después de depositar su voto en la urna.

La Organización de los Estados Americanos (OEA) desplegó 125 observadores en todo el país y el jefe de la misión, Celso Amorim, aseguró que estaba satisfecho con el desarrollo del comicio.

"Ha habido algunos retrasos, pero todos los centros se abrieron progresivamente", afirmó. "Hemos informado de algunos incidentes más serios en el norte, pero estamos tratando de encontrar una manera para que la gente pueda al menos votar para las elecciones presidenciales".

 

- Inestabilidad crónica -

 

Después del arrasador sismo de enero de 2010, que dejó más de 200 mil muertos y un millón y medio de personas en la calle, el país más pobre de América inició un largo proceso de reconstrucción, ralentizado por el conflictivo contexto político.

Tras la caída de la dictadura de los Duvalier en 1986, Haití estuvo marcado por la inestabilidad política con una sucesión de elecciones impugnadas y varios golpes de Estado.

La profunda crisis entre el gobierno y la oposición desde la llegada a la presidencia de Michel Martelly en mayo de 2011 impidió la realización de elecciones locales y legislativas. 

Finalmente, este domingo los electores podrán elegir nuevamente a sus alcaldes, pues a falta de comicios, éstos fueron progresivamente reemplazados desde 2013 por funcionarios ejecutivos designados por la presidencia. 

La jornada electoral también permitirá elegir a diputados y senadores.

A causa de la repetida postergación de las elecciones legislativas, el Parlamento haitiano cesó en sus funciones el 13 de enero último. Tras la votación, la Asamblea Nacional y el Senado podrán finalmente reanudar su trabajo en enero de 2016. 

Oficialmente hay 54 candidatos para suceder a Martelly. Algunos, con escasas o nulas posibilidades, anunciaron el abandono de su campaña en favor de candidatos más populares, pero como no renunciaron formalmente en los plazos legales exigidos, las fotos de todos ellos, con su nombre, símbolo y número del partido al que representan, figuran en las hojas de votación: un rompecabezas para la mitad de los votantes que son analfabetos. 

Si la logística es un desafío mayor, la seguridad constituye la primera preocupación de todos los actores, desde las autoridades hasta los candidatos, pasando por los votantes y la comunidad internacional.

La Policía anunció el despliegue de 10 mil agentes, con el apoyo de más de cinco mil policías y militares de la Misión de las Naciones Unidas para la estabilización de Haití (Minustah), pero el temor a la violencia podría disminuir la participación ciudadana.