Habitar el cuerpo que me habita: Alana Portero en la FIL 2024
Fotografía: FIL




Guadalajara, Jalisco. 

¿Cómo comprenderme en un cuerpo que no sé habitar? Esta fue la pregunta que convocó a un auditorio lleno de jóvenes en la Feria Internacional del Libro (FIL).

Las escritoras, dramaturgas y activistas trans Elizabeth Duval y Alana Portero, ambas de origen español, ofrecieron una conferencia reflexiva que exploró la relación con el cuerpo y la identidad.

"Habitar el cuerpo que me habita", título de la charla, fue un espacio donde las autoras,

reconocidas por su capacidad para abordar la intimidad a través de la literatura, invitaron a reflexionar sobre lo que trasciende el género y el sexo biológico.

Habitar el cuerpo que me habita: Alana Portero en la FIL 2024

Fotografía: FIL

Entre los temas destacados estuvo la disforia corporal, una sensación de incomodidad con el propio cuerpo que afecta tanto la manera en que nos percibimos como la manera en la que actuamos:

"Nosotras no somos nada; nosotras hacemos cosas.

Entonces, creo que experiencias como el dolor, la disforia y todo esto que nos pasa en el cuerpo y que nos hace sufrir tienen mucho que ver con la quietud, con algo que nos mantiene quietas.

Para mí, la experiencia de la disforia ha sido siempre la experiencia de la quietud, el no hacer nada. No atreverme a interactuar con otras personas, a caminar por la calle, a vestirme o hacer cosas... me mantenía congelada", compartió Alana Autora del libro la Mala costumbre .

Habitar el cuerpo que me habita: Alana Portero en la FIL 2024

Fotografía: FIL

Las escritoras explicaron que, desde la infancia, todas las personas comenzamos un camino para descubrir quiénes somos. Sin embargo, este recorrido no es individual, sino que está moldeado por los entornos que habitamos, las relaciones que cultivamos y las experiencias que compartimos con los demás.

"Del mismo modo que somos la ciudad que habitamos, la familia que nos forma, también somos las personas que nos golpean y las que nos acarician. Y para mí, ese último toque de alegría,

ese último toque de euforia, esa identificación total conmigo misma, la he sentido sobre las manos de otras personas", Explicó Alana.

Al concluir, ambas ponentes resaltaron la importancia de reconocer las diversas realidades de quienes transitan el mundo y su relación con el cuerpo de formas únicas.

Por: Aitana Rodríguez