Se dialoga en la FIL la importancia de nombrar el acoso callejero
Fotografía: Aitana Rodríguez




Guadalajara, Jalisco. 

En la Feria Internacional del Libro (FIL), se abordó la necesidad de visibilizar y nombrar el acoso callejero como una forma de violencia de género que afecta a las mujeres limitando su libertad en los espacios públicos.

 Durante la mesa de diálogo sobre acoso callejero y urbanismo feminista, expertas como Viridiana Montiel y Zaida Martínez destacaron cómo estas agresiones cotidianas, como silbidos, comentarios no deseados y tocamientos sin consentimiento, evidencian la desigualdad estructural en el acceso a un entorno seguro y libre de violencia.

Se dialoga en la FIL la importancia de nombrar el acoso callejero

Fotografía: Aitana Rodríguez

"Justamente es algo que parece que tenemos que enfrentarnos principalmente las mujeres y los cuerpos feminizados todos los días de la vida, lo que limita nuestra libertad de transitar y ocupar espacios de forma libre y segura en las calles", expresó Montiel.

Esta situación obliga a las mujeres a tomar precauciones constantes: planificar sus trayectos, elegir cuidadosamente su vestimenta y limitar actividades por temor a sufrir agresiones.

"La mayoría de las mujeres siempre estamos pensando en esto: esto puede ser un factor para sufrir una agresión sexual en el transporte, en mi camino hacia la escuela o el trabajo. Y esto se vive desde edades muy tempranas", agregó Montiel. 

Sin embargo, Zaida Martínez explicó que no toda la violencia que enfrentan las mujeres ocurre en espacios públicos:

"La mayoría de los abusos y violencias que sufren las mujeres no son en el espacio público ni son perpetrados por desconocidos. Son en la vivienda y por conocidos: hermanos, padres, padrastros, abuelos, tíos. Es muy terrible", señaló Martínez

Durante el diálogo se llego a la conclusión de que el acoso callejero es solo una parte de un problema más amplio de violencia de género, que requiere atención integral tanto en lo público como en lo privado.

Para combatirlo, es crucial visibilizar estas conductas, nombrarlas, fomentar una perspectiva de género y diseñar políticas públicas que garanticen espacios seguros para todas las personas.

  • Por: Aitana Rodríguez