Las fuerzas de seguridad de Guatemala se encuentran en alerta ante un escenario de posibles "efectos negativos" tras la recaptura del narcotraficante mexicano Joaquín 'Chapo' Guzmán, seis meses después de su espectacular fuga de una cárcel de máxima seguridad.
Elmer Sosa, viceministro del Interior de Guatemala, dijo a la AFP que mantienen vigilancia sobre cualquier eventualidad que afecte la seguridad pública por movimientos en las estructuras del narcotráfico que operan en el país, la mayoría con nexos con cárteles mexicanos que trafican droga en los 1.000 km de frontera común.
"En este momento las unidades de inteligencia y de análisis están empeñadas específicamente para poder identificar si realmente (el arresto de Guzmán) podría tener un efecto negativo en el tema de seguridad" en Guatemala, indicó el funcionario.
El Chapo fue recapturado este viernes en un operativo de la Marina Armada mexicana en Los Mochis (noroeste), cerca de la zona costera de Sinaloa, estado natal de Guzmán.
En julio pasado, cuando Guzmán se fugó del penal de máxima seguridad El Altiplano, Guatemala activó operativos conjuntos entre policías y militares para determinar si el narcotraficante pretendía buscar refugio en su territorio.
Además, las autoridades enviaron información y fotografías del narcotraficante a la frontera entre los dos países. "Nunca se confirmó la presencia de Guzmán en Guatemala", agregó Sosa.
Guzmán fue capturado en 1993 en Guatemala y extraditado a México, pero en 2001 escapó de la prisión de máxima seguridad Puente Grande, en el estado occidental de Jalisco, aparentemente escondido en un carrito de lavandería, y permaneció en la clandestinidad hasta que fue detenido en febrero de 2014.
El encarcelado expresidente Otto Pérez, quien renunció en septiembre por corrupción, asegura que él fue quien dirigió esa operación de captura cuando fungía como director de inteligencia del ejército.