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En tres eventos distintos, el gobernador Aristóteles Sandoval Díaz, los diputados de Movimiento Ciudadano (MC) y la dirigencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) sellaron el pacto mediático para despedir al cuestionado auditor, Alonso Godoy Pelayo, involucrado en posibles actos de corrupción y lavado de cuentas públicas de instituciones gubernamentales.
Primero fueron los diputados y alcaldes de MC, quienes dieron una rueda de prensa para señalar que sus 14 diputados no darían el aval para sostener por un segundo periodo a Alonso Godoy al frente del órgano fiscalizador del congreso del estado.
El líder de la fracción naranja en el congreso, Ismael del Toro, advirtió que se sostendrán en este dicho, a pesar de las posibles venganzas que reciban en las cuentas públicas que siguen pendientes de aprobarse.
A este dicho se sumó la dirigencia del PRI, en un evento aparte. El presidente del Comité directivo estatal, Socorro Velázquez, dijo que aunque no es una decisión tomada con sus diputados, ya no existen condiciones para conservar el actual modelo de fiscalización.
Ya más tarde, dentro de la reunión del consejo técnico de gobierno abierto, fue el gobernador del estado, Aristóteles Sandoval Díaz, quien se pronunció por la renovación del organigrama que debería de señalar qué está haciendo el gasto indebido de los recursos públicos.
De acuerdo a la radiografía política del poder legislativo, el siguiente auditor requiere 24 votos para conseguir mayoría calificada. Es decir, ningún partido por sí sólo podría imponer a un candidato. Se requiere un acuerdo entre PRI y MC.
Si hoy fuera la elección del auditor, la ratificación de Alonso Godoy estaría cancelada. De los diputados del congreso, los aglutinados en MC, PRI y Partido Acción Nacional (PAN) han mencionado que no lo reelegirían. Entre estos tres partidos políticos concentran 32 de los 39 votos posibles.
A este llamado de renovación de la auditoría ya se ha sumado el diputado independiente, Pedro Kumamoto y las organizaciones gremiales como la Coparmex.