Explosión en una central nuclear en Francia sin riesgo de contaminación




Caen, Francia.

Una explosión tuvo lugar este jueves en la central de Flamanville, en el norte de Francia, pero fuera de la zona nuclear y sin riesgo de contaminación, indicaron las autoridades, un incidente que relanza el debate sobre seguridad de instalaciones nucleares.

Tras la explosión, el reactor 1 fue detenido. La central tiene dos reactores y un tercero de nueva generación (EPR) todavía en construcción.

"Es un acontecimiento técnicamente significativo pero no se trata de un accidente nuclear" porque la explosión tuvo lugar "fuera de la zona nuclear", dijo a AFP Olivier Marmion, un alto responsable de la prefectura (autoridad departamental).

Cinco personas resultaron levemente intoxicadas por el humo pero no hubo ningún herido grave, añadió, por su parte el prefecto regional, Jacques Witkowski que aseguró que "no hay ningún riesgo nuclear".

Witkowski explicó que el accidente fue provocado por la explosión de un ventilador que se calentó demasiado, provocando humo y un incendio. "Es un problema mecánico", afirmó. 

El incidente fue detectado a las 09H40 según EDF, la compañía eléctrica que gestiona la central, y terminó unas dos horas después. "No hay consecuencias para la seguridad de las instalaciones ni para el medio ambiente", insistió EDF.

Greenpeace denunció sin embargo una situación preocupante. "Tras los dos recientes incendios en la central de Cattenom, en Mosela, se trata del tercer incendio en una instalación nuclear en los últimos diez días", denunció la oenegé.

"La propia ASN [Autoridad de Seguridad Nuclear] ha reconocido que el estado de la seguridad nuclear en Francia es preocupante", indica la oenegé, que pide el abandono de esta energía.

Actualmente siete reactores de EDF están detenidos, según datos de RTE, que gestiona la red eléctrica de alta tensión.

La central de Flamanville ha sido noticia en los últimos años por los retrasos en la construcción de su nuevo reactor EPR, presentado como más seguro y más potente que los actuales, que empezó en 2007 y cuya inauguración se ido aplazando varias veces hasta 2018.

Pero los otros dos reactores también han tenido problemas. En agosto de 2015 uno de ellos empezó a echar humo no radioactivo, un incidente que obligó a poner en marcha durante algunas horas el plan de emergencia. 

A finales de 2015 también hubo que detener durante cinco semanas un reactor por un problema de transformador, que tuvo que ser sustituido.

Los dos reactores de la central de Flamanville, puestos en marcha en 1985 et 1986 y con una capacidad de 1.300 megavatios (MW) cada uno, producen un 4,5 por ciento de la energía nuclear francesa, según datos de EDF.

En las instalaciones trabajan 810 diez personas de la compañía eléctrica y otras 350 de sus compañías proveedoras.

La energía nuclear es la principal fuente de producción de electricidad en Francia, cerca de un 75 por ciento del total, aunque el gobierno quiere reducir esa proporción al 50 por ciento en 2025.

La central francesa más antigua del país es la de Fessenheim, en la frontera con Alemania, construida en 1977 y que debería cerrar en 2018.

Su situación, encima de una falla, preocupa a las asociaciones de defensa del medioambiente de Francia, Alemania y Suiza, que llevan años pidiendo su cierre.