Dresde exhibe obras de romántico alemán Friedrich en 250 aniversario
Sebastian Kahnert/dpa




Dresde, Alemania. 

La Colección Estatal de Arte de Sajonia (SKD) en la ciudad alemana de Dresde preserva una serie de obras famosas del artista más significativo del romanticismo alemán: Caspar David Friedrich.

"Túmulo prehistórico en la nieve", "La entrada al cementerio" o "Cruz en las montañas" son algunas de las creaciones del artista que vivió entre 1774 y 1840. En el 250 aniversario de su nacimiento, será celebrado con una gran exposición que abarca pinturas e ilustraciones.

Será inaugurada el 24 de agosto de 2024 y permanecerá abierta hasta el 5 de enero de 2025.

Según comunicó la directora de la SKD, Marion Ackerman, se trata de la última escala de una trilogía que se conforma con Hamburgo y Berlín. Detrás del título "Wo alles begann..." ("Donde todo comenzó..."), sin embargo, se esconde la tesis de que Friedrich "se volvió romántico recién en Dresde".

Durante cuatro décadas la ciudad fue el centro de la vida del dibujante y pintor. Allí creó sus principales obras, estudió las pinturas de los viejos maestros en la galería local y se involucró en debates contemporáneos sobre el arte.

  • Según la SKD, en sus creaciones contrapuso sus propias fuentes de inspiración, que hallaba en la naturaleza, en paseos por los alrededores, con las tradiciones académicas.

"Las pinturas más hermosas de (la isla de) Rügen y del Norte las pintó en Dresde" y allí "inventó la nostalgia", escribió Florian Illies, escritor que analizó su obra. Cada una de ellas, irradia "la magia única del silencio".

En el museo Albertinum, sede de la SKD, se mostrarán las principales obras de Friedrich. "Y también grandes obras maestras de la pintura paisajística que lo atrajo a trasladarse a Dresde y lo influyó mucho, como Jakob van Ruisdael y Claude Lorrain", dijo el curador Holger Birkholz.

Y las obras "Cruz en la montaña", "El gran coto" y "La entrada al cementerio", que para preservar su conservación ya no pueden viajar, se verán en 2024 "solo en Dresde".

Cuando Friedrich mostró "Cruz en la montaña", también conocida como "Tetschener Altar", por primera vez en 1808, generó un debate que se extendió durante un mes respecto de si la imagen sencilla y emocional de un paisaje podía ser entendida como retablo, señaló Birkholz. "Ese fue el primer debate sobre arte de la modernidad".