Guadalajara, Jalisco. 

Aunque tienen errores, es mejor que este ciclo escolar se desarrolle con libros, por lo que el Gobierno de Jalisco sí va a distribuirlos, informó el mandatario estatal Enrique Alfaro Ramírez.

Ahora se van a concentrar en entregar el análisis completo, con los elementos de análisis de la Universidad de Guadalajara, Secretaría de Educación y universidades privadas, para presentar un planteamiento de mejoras a los libros.

Hay temas en los que no se puede jugar a la política y los libros son uno de ellos, este tema deja dudas e interrogantes en la mesa, pero tomaron la decisión “correcta”, añadió.

Se realizó una encuesta a 78 mil maestros en el estado, quienes tuvieron los libros en sus manos para conocer qué tan alineado está el programa sintético al analítico que elaboraron. El 88 por ciento fueron opiniones positivas a favor de la distribución.

• Además, se llevó a cabo un análisis por parte del Órgano Consultivo del Estado SIMEJORA y tras los análisis que se realicen se podría definir o no la entrega. De los 42 integrantes, 40 votaron a favor. Solo hubo una abstención y uno en contra.

El argumento para tramitar el amparo contra la distribución de libros era que la Secretaría de Educación Pública no había publicado los programas sintéticos, donde se basan los textos, pero ya lo hizo. Así que ahora ya no hay impedimento alguno.

El Rector General de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva Lomelí, señaló que ante un debate tan polarizante, con tanta desinformación y por el contexto político, lo más fácil para la casa de estudios habría sido mantenerse al margen, pero los niños van a ser alumnos de la casa de estudios.

Un grupo de 42 expertos analizaron palabra por palabra.

Es falso que haya una hiper sexualización de los libros de texto y no hay adoctrinamiento ideológico, afirmó el Rector General. Ahora espera que la SEP corrija los errores.

Luego de preguntar a los expertos si los errores eran suficientes como para guardarlos en una bodega, la respuesta fue contundente, si siete de cada 10 niños salen con deficiencias para leer y escribir “no nos podemos dar el lujo de mandarlos sin materiales como los libros de texto”.