Washington, Estados Unidos
Hillary Clinton retoma este sábado el tono ofensivo de su campaña electoral, aunque forzada a adaptar su mensaje después de que el FBI reabriera la investigación sobre el caso de los correos electrónicos, un contratiempo de último minuto que Donald Trumo quiere aprovechar.
El candidato republicano a la Casa Blanca, que parecía dirigirse hacia una derrota el 8 de noviembre, no ha dudado en usar la polémica que envuelve a su rival para convencer a sus votantes de que los comicios no están perdidos.
"Es el mayor escándalo desde el Watergate y todo el mundo espera que por fin se haga justicia", afirmó el magnate durante un mítin en Cedar Rapids (Iowa, norte) la noche del viernes.
El republicano viajará este sábado a Colorado y Arizona para captar votos, mientras que la demócrata debe participar en un concierto que dará Jennifer López en Miami.
Aunque Clinton disfruta de una amplia ventaja en la mayoría de sondeos, algunas encuestas han desvelado un acercamiento entre ambos candidatos.
Según un sondeo de ABC/The Washington Post publicado el sábado, Clinton tiene un 47% de intención de votos frente al 45% de Trump. El mismo estudio le adjudicó una ventaja de 12 puntos hace una semana.
El cambio de tendencia ocurrió precisamente el viernes, cuando el FBI anunció la reapertura de las pesquisas sobre el uso que hizo la exjefa de la diplomacia estadounidense de un servidor privado para enviar correo electrónicos entre 2009 y 2013, en lugar de ceñirse al protocolo de seguridad del Departamento de Estado.
El director del FBI, James Comey, afirmó que se había descubierto "la existencia de correos que parecen ser pertinentes" a la primera investigación que se cerró en julio.
Entonces, Comey decidió no presentar cargos contra Clinton, pero afirmó que tanto ella como sus asesores --su círculo más cercano sabía de esta práctica-- habían sido "extremadamente descuidados" en el tratamiento de información reservada.
- Críticas al FBI -
El FBI descubrió miles de mensajes nuevos, cuyo contenido no fue desvelado, en un ordenador portátil de la asesora de Clinton Huma Abedin y de su exmarido Anthony Weiner.
Abedin formaba parte de su círculo más cercano en el Departamento de Estado y hace poco se separó de su esposo, envuelto en una investigación por enviar mensajes con contenido sexual a una menor.
La campaña demócrata denunció la maniobra del FBI a escasos 10 días para las elecciones y exigió a su director aclarar el contenido de los correos para acallar rumores.
"Estoy convencida, independientemente de lo que digan, que no harán cambiar la decisión (del FBI) de julio", aseguró Clinton a la prensa la noche del viernes en Des Moines (Iowa).
La candidata reclamó de todas formas que los investigadores ofrezcan más información "inmediatamente".
Pero el tiempo que se necesita para examinar los correos electrónicos hace poco probable que el FBI tenga una respuesta de aquí al 8 de noviembre.
¿Cambiará esto el curso de las elecciones?
Clinton considera que los ciudadanos "se formaron una idea sobre los emails hace tiempo".
"Sería mejor si hicieran público el contenido de los emails. Tengo confianza en Hillary", declaró el vicepresidente Joe Biden a la cadena CNN este sábado.
Para el bando republicano, la reapertura de la investigación no es más que un nuevo capítulo en la serie de mentiras que ha contado el matrimonio Clinton.
"Lo hemos visto durante 30 años. Así será Clinton como presidenta", afirmó el portavoz y estratega Sean Spicer, tambén en declaraciones a CNN.