Guadalajara, Jalisco.
Tomaron sus pertenencias, se formaron durante horas en la madrugada para esperar salir del albergue temporal y ser llevados en camiones del estado hasta la carretera Nogales, algunas cobijas y ropa quedaron atrás, al parecer ya no la necesitaban y el auditorio Benito Juárez, donde fue su albergue durante los últimos cuatro días quedó totalmente vacío.
Los integrantes de la Caravana Migrante dejaron la Zona Metropolitana de Guadalajara y lo hicieron molestos, el Gobierno del Estado no los llevó hasta donde aseguran que les habían prometido y solo los dejó en La Venta del Astillero, unos 90 kilómetros atrás de la zona limítrofe con Nayarit.
Elizabet, una mujer que viaja con su familia completa y quien aseguró que aunque ya han vivido carencias y peligros, volver a su país no es opción, mucho menos quedarse en México, donde los salarios no les alcanzarían para mantener a su familia y donde la seguridad tampoco es tan buena como esperaban.
La situación de los migrantes en Jalisco cambió de un momento a otro, apenas la noche de este lunes, el titular de la Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos Jalisco anunciaba que tenían alimentos suficientes para atender a 4 mil migrantes y que el albergue estaría habilitado hasta el próximo sábado, horas después ya con más de 5 mil personas en el albergue y luego de un conato de bronca entre migrantes y policías, se les anunció que ya no había víveres para atenderlos y que debían dejar las instalaciones a primera de hora de este martes.
Así fue, desde las 04:00 horas los migrantes comenzaron a ser agrupados en las salidas para invitarlos a seguir su camino y ser llevados a las afueras de la ciudad para que a partir de ahí, siguieran solos el trayecto.
Eso hicieron, para eso dejaron su país y todos se movilizaron como podían, unos caminaron durante horas, otros más consiguieron “aventón” y se reunían en la caseta de cobro El Arenal, donde prácticamente a todos se concentraban para agruparse y tratar de conseguir algún vehículo que les fuera acercando a Nayarit, donde ya los esperaban otros muchos compañeros.
En la caseta de cobro se subían a todo tipo de vehículos, corrían, abrían cajas de tráileres y en pleno movimiento brincaban para abordar unidades que luego de avanzar unos 10 metros los bajaron.
Otros con más suerte conseguían subirse a camiones de carga y sin ningún tipo de protección, maniobras peligrosas que estaban dispuestos a jugar.
Para los más de 2 mil migrantes que están a las afueras de Ciudad de México y Puebla, el panorama no será igual, al menos no en Jalisco donde ya no habrá albergue y solo recibirán apoyo con traslados de los ingresos a la ciudad a las salidas o estancias en albergues particulares de atención a migrantes, según lo ">confirmó el Gobernador