Guadalajara, Jalisco. 

¿Sabías que tienes menos de cuatro horas y media para acudir a urgencias si tienes tu cara chueca, mano pesada, se te caen los objetos, no tienes fuerza, lengua de lado, o no puedes articular bien las palabras?

¡Rápido!, llama al 911, estás sufriendo un infarto cerebral o como la gente le llama, una embolia o un derrame.

Esta es la estrategia CAMALEÓN que la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia lanzó para reducir las secuelas por un infarto cerebral, ya que es la primera causa de discapacidad en el país, explica su presidente, Daniel Sánchez Arreola:

“La Organización Mundial de la Salud nos dice que esto es un problema muy importante de salud pública, porque es la primera causa de discapacidad a nivel mundial. Sigue siendo una enfermedad con alto gasto de bolsillo de la población y las proyecciones para el 2030 no son muy buenas. 

Si no hacemos nada en este momento para intervenir en esta enfermedad, vamos a tener una gran cantidad de pacientes que van a ingresar a los servicios de urgencias por un infarto cerebral y eso queremos evitarlo”.

Los factores de riesgo para sufrir un infarto cerebral, son las enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, obesidad, sedentarismo, triglicéridos altos, incluso hay un riesgo tan alto en esta población que se estima que una de cada seis personas con alguna de estas enfermedades preexistentes sufrirá una embolia.

En la actualidad, ya se están presentando estos casos en pacientes desde los 40 años, por eso la urgencia de atender sus enfermedades crónicas, pero también de saber cómo se ven estos infartos y actuar de manera rápida:

“Solicitar una ambulancia y llevar a ese paciente a un hospital lo más pronto posible, tenemos en realidad, de acuerdo a las estadísticas reales, tenemos cuatro horas y media para que un paciente llegue al hospital por infarto cerebral y podamos administrar un medicamento para poder restituir el flujo de sangre, si esto pasa al paciente le va a ir muy bien, pero si no pasa las secuelas pueden ser permanentes y catastrófico para los pacientes”.

Después del Alzheimer, el infarto cerebral es la segunda enfermedad que más secuelas neurológicas y discapacidad deja en la población. Cada cuatro minutos en el mundo, alguien muere por un infarto cerebral.