West Palm Beach, Estados Unidos
Estados Unidos reabrió este sábado sus fronteras a las personas provenientes de siete países musulmanes tras una decisión judicial que bloquea el decreto migratorio firmado por Donald Trump.
El juez federal de Seattle, James Robart, emitió el viernes a la noche una orden temporaria aplicable al conjunto del territorio estadounidense mientras examina una demanda elevada el lunes por el ministro de Justicia del Estado de Washington, lo que provocó la ira del nuevo mandatario estadounidense.
"La opinión de este supuesto juez, que en definitiva priva a nuestro país de su policía, es ridícula y será revertida", advirtió Trump en una serie de tuits que envió en la mañana del sábado.
"Cuando un país ya no tiene capacidad de decir quién puede entrar y salir, sobre todo por razones de seguridad, hay grandes problemas", señaló más tarde en otro tuit desde su residencia de Mar a Lago, en Florida.
En un mensaje adicional a través de la red social, que se convirtió en su principal medio de comunicación, Trump estimó "interesante que algunos países de Medio Oriente" estén de acuerdo con su decreto. "!Saben que si algunas personas son admitidas (en Estados Unidos) habrá muerte y destrucción!", escribió.
"Hacia donde va nuestro país cuando un juez puede detener una prohibición de viajar decidida por razones de seguridad interna y cuando cualquiera, incluso con malas intenciones, puede entrar en Estados Unidos", tuiteó nuevamente el sábado a la tarde.
Spiro aconsejó a los viajeros implicados: "vayan ya mismo a un aeropuerto y embarquen en el primer vuelo" hacia Estados Unidos porque la respuesta de la Casa Blanca puede llegar "muy, muy rápidamente".
De todas maneras, matizó, la presidencia está debilitada porque el Departamento de Justicia, la cartera que debe hacerse cargo de la batalla jurídica en esta materia, carece de titular. Jeff Sessions, nominado por Trump para asumir ese ministerio, no fue aún ratificado por el Senado.