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Una nueva política de vivienda, que evite que los habitantes de Tlajomulco de Zúñiga  utilicen de cuatro a cinco horas en traslados para trabajar y estudiar, es parte de los resultados del Primer Informe de Gobierno de Alberto Uribe, como alcalde de este municipio.

El presidente municipal destacó la actualización de cuatro Planes Parciales de Desarrollo Urbano, para frenar el crecimiento inmobiliario en Tlajomulco de Zúñiga y el decreto que prohíbe la construcción de "viviendas huevito", de menos de 90 metros cuadrados.

Alberto Uribe informó que en este primer año de su gobierno se inició la sistematización de todos los trámites municipales y se mejoró la calidad crediticia del municipio, cuya deuda pública asciende a 200 millones de pesos.

Presumió que Tlajomulco de Zúñiga tiene finanzas más sanas y que buscarán mejorarlas aún más. Sin embargo, admitió que aumentarán el pago de renta de oficinas en el Edificio Administrativo, por el que ya erogan  5 millones de pesos mensuales a través de una Asociación Público Privada y que no se descarta la contratación de una nueva deuda de 300 a mil millones de pesos para solucionar el abastecimiento de agua potable.

La oposición aplaudió la política de vivienda que se inició para que Tlajomulco de Zúñiga dejara de ser un municipio dormitorio, pero también hubo señalamientos por el retraso en la construcción de la preparatoria del Valle y la necesidad de un centro universitario, de la Universidad de Guadalajara (UdeG), explicó Gerardo Quirino, regidor del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

El presidente municipal de Tlajomulco de Zúñiga terminó su informe con la aclaración de que estos resultados, no lo dejan satisfecho principalmente por el clima de inseguridad que se enfrenta en todo el país.

Advirtió que hará ajustes en la direcciones del ayuntamiento debido a que existen áreas sin avances.