Al implementar prácticas más amables con el medio ambiente, un ejido de Autlán, se vuelve un ejemplo y hasta produce más ganancias



Guadalajara, Jalisco.

Poco a poco se cambian las prácticas en el campo de Jalisco para que la producción agrícola no resulte agresiva con el medio ambiente. El Ejido la Hierbabuena en la región Sur del estado es un ejemplo, con sus escuelas de campo, que tienen sus propios viveros para sembrar el forraje que consumirá el ganado que antes deforestaba la zona.

Además las vacas ya no andan pastando de formas desordenada sino que cada día se les asigna una parte de terreno al que ellas mismas, con sus heces se encargan de mantener bien abonado. Esto se llama Ganadería Regenerativa y de ello habla Luis Moire Aguilar Gutiérrez, ejidatario del municipio de Autlán, en entrevista con el periodista Agustín del Castillo para Territorio Reportaje de Canal 44.

“Empezamos a ver que otros productores que ya tenían sistemas selvopastoriles disminuyeron los costos de la producción. Les rendía más la pastura y empezaron a aumentar el hato ganadero. Entonces nosotros empezamos a hacer nuestros propios repelentes, como insecticidas y eso nos bajó los costos hasta un 70 por ciento”

Una de las premisas es eliminar los agroquímicos y los pesticidas porque son malos para el ambiente:

“Sí. Todo lo que realizamos es con productos orgánicos y lo que tenemos en la comunidad, entonces eso disminuyó muchísimo los costos”.

En esencia se trata de manejar diferente el predio… de zonificarlo, de que no anden por dondequiera las cabezas de ganado, saqueando prácticamente todo, y esto les ha dado resultado. O sea, zonas que un rato son pastadas, después se mueven y se les deja crecer al pasto y las especies forestales:

“Así es. Con los cercos eléctricos calculamos lo que se va a comer el hato ganadero. Puede ser desde una hora hasta un día, dos días, pero nosotros lo implementamos para hacer un cambio diario y en ese pedazo de terreno que se metieron duran hasta seis meses para volver a entrar, entonces se le da un periodo de descanso bastante bueno y nos disminuyó la erosión, nos empezaron a salir pastos que no teníamos, árboles que nosotros pensamos que ya se habían exterminado del predio y así ha sido que la misma naturaleza ya empiece a regresar a donde estaba”.

Utilizar menos productos químicos, producir todo el alimento que van a consumir las cabezas de ganado, reforestar la zona con especias de la región, son algunas de las actividades que se realizan en el Ejido La Hierbabuena que también cuenta con su propio vivero, que no sólo los surte a ellos sino a otros productores de la región, según comenta Aguilar Gutiérrez.

“Producimos especies forrajeras y maderables. Nosotros somos un grupo de 8 personas, 4 hombres y 4 mujeres, donde producimos cerca de 30 especies diferentes. La mayoría de ellas son nativas de aquí de la comunidad y nosotros nos encargamos de, desde la colecta de semillas hasta sacar la planta y llevarla al campo con la mayoría de los productores que están implementando sistemas silvopastoriles”.

En la emisión de esta semana de Territorio Reportaje se detalla este caso de éxito que muestra que cuando se quiere, puede haber una convivencia armoniosa con el medio ambiente cambiando algunas prácticas arraigadas en el campo de Jalisco.