Guadalajara, Jalisco.

La lentitud del cambio en las prioridades presupuestales y las políticas aplicadas en México para poner en el lugar central que amerita el tema de la crisis ambiental, y en particular, del cambio climático, puede parecer exasperante a muchos. Pero es real, asegura la directora general del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), María Amparo Martínez Arroyo.

La funcionaria advierte que los efectos nocivos del cambio climático ya están sucediendo en México. Y hay un relativo fracaso en transmitir la realidad de la urgencia de hacerle frente.

Los efectos sobre la economía pueden ser grandes. Como ejemplo, el modelo de desarrollo sobre la línea costera, que provee muchas divisas y genera muchos empleos al país, pero violenta las bases ambientales.

En general, se requiere una economía adaptada a la realidad del cambio climático, con sus fuertes desafíos y sus claras oportunidades, subraya Martínez Arroyo.