Al menos 120 personas murieron en el doble atentado del domingo perpetrado por el Estado Islámico al sur de Damasco, según un nuevo balance de una ONG que convierte el ataque en el más sangriento desde el inicio de la guerra siria en 2011.
El EI reivindicó el doble atentado suicida cerca del santuario chiita de Sayeda Zeinab, a menos de 10 km de la capital siria.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), entre las víctimas mortales hay 90 civiles.
En resto de fallecidos pertenecían a las fuerzas de seguridad del régimen, según el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
El ataque más sangriento antes del domingo tuvo lugar en mayo de 2012 cerca de la capital, fue perpetrado por la rama siria de Al Qaida, y mató a 112 personas.