Guadalajara, Jalisco. 

Con palitos y bolitas. Así es como se explica en el Ruta 44 de esta semana por qué Guadalajara se inunda y por qué se inunda más y más rápido que antes. Porque hay más coches y se hace infraestructura para ellos y porque hay menos árboles que retrasen que el agua llegue más rápido al suelo de concreto, son algunas de esas causas, según explica Rocío Castillo Aja, Académica del Departamento de Geografía de la UdeG:

“Es la lógica del modelo de ciudad que tenemos. Es un modelo en donde se privilegia el uso del automóvil, y lo que queremos es circular a mayor velocidad.

Por eso habría que pensar en calles empedradas porque ahí cas reteniendo la humedad, pero eso implica otro modo de vida, que nosotros como ciudadanos estemos dispuestos a caminar un estacionamiento empedrado o a andar en nuestro coche a una velocidad mucho menor porque está empedrado. Pensemos en las calles de La Seattle o de Las Fuentes, ¿no? Eso sería una parte. La otra sería la función que cumple la vegetación: todas las gotitas de agua que caen cómo las va amortiguando y va retardando su llegad al suelo y al escurrimiento o a la infiltración”.

Por su parte Luis Valdivia Ornelas, del Departamento de Geografía y Ordenación Territorial del CUGuadalajara, afirma que el hecho de que haya más concreto en las zonas altas, es decir en los cerros que rodean a la ciudad, hace que menos agua se infiltre al subsuelo, y que, así como cae arriba corra hacía abajo e inunde, por cierto, cada vez de forma más rápida:

“Y aguas arriba ¿qué significa? Son los cerros que circundan Guadalajara, el del 4, el Gachupín, el de el Tesoro en el sur, y en la parte poniente, que es la Sierra de La Primavera. Si tu urbanizas la parte alta, desde el punto de vista técnico, se incrementa considerablemente la escorrentía, y si tú pones una plancha de concreto, o pones un centro comercial o un estacionamiento se da el fenómeno de abatimiento cero.

Es decir: no se infiltra nada y escurre el cien por ciento del agua que se precipita a las partes medias y las partes bajas del área metropolitana”.

Según Valdivia se tienen identificados 579 zonas de inundación en la ciudad, de los cuales 170 sitios son considerados altamente peligrosos.

Y a ello se suma la corrupción, porque ninguno de los constructores que han edificado en esas zonas altas de forma ilegal, tanto en zonas pudientes como en zonas pobres, ha sido castigado, lo cual crea un incentivo perverso, lamenta Alicia Torres Rodríguez, Coordinadora del Cuerpo Académico del Agua de la UdeG.

Guadalajara en una laguna es el título del programa de esta semana de Ruta 44, que usted puede ver cuando guste a través de @canal44tv en YouTube o bien escuchar cuando lo deseé en su versión podcast en Spotify.