A unos días de darse a conocer el caso de doping por la atleta mexicana Paola Pliego, surgen varias interrogantes en torno al caso que la mantiene marginada de Juegos Olímpicos, una de ellas, la negativa en la primera prueba realizada por el laboratorio de la CONADE, el cual está avalado por la agencia Mundial Antidopaje desde el 2013. Esta prueba realizada el pasado 17 de junio pasó todos los filtros del organismo y fue hasta su revisión en Suiza que se dio a conocer el uso de Modafinilo, sustancia que ayuda a inhibir la fatiga provocada por medicamentos controlados. Además de mantener un estado de relajación.

Otro detalle a relucir es el asma que padece Pliego desde hace años y la poca información que tuvo para tratarla, ya que en palabras de la queretana, la CONADE sabía de su enfermedad y los medicamentos que tomaba. Aunado a ello, la esgrimista afirmó no recordar el equipo médico que le dio seguimiento, lo que demuestra el poco interés en un tema que ha causado más de un centenar de deportistas vetados de Río 2016.

De momento, ni la Federación Internacional de esgrima ni la CONADE han dado su postura al respecto.

Las probabilidades de que Pliego asista a Río son escasas, ya que la prueba B que le fue efectuada el 22 de junio y que será revisada por la Agencia Mundial de Antidopaje, aún no tiene fecha, y será tal vez hasta terminados los Juegos cuando por fin se dé un veredicto a su caso.

Por lo pronto, quien ya hace maletas a Brasil es Julieta Toledo, quien asistirá en lugar de Paola a Juegos Olímpicos.