Guadalajara, Jalisco.
Ya son más de 2 mil los migrantes centroamericanos que se encuentran en Jalisco, al menos unos 800 ya han dejado el albergue temporal y confiando su camino hacia el norte del país.
La concentración de todos está en el auditorio Benito Juárez, donde durante la tarde de este lunes, al menos unos 10 camiones arribaron a dejar a decenas de migrantes en este sitio, instalado como albergue temporal mientras se reúnen todos, descansan y se preparan para seguir con su trayecto hacia Nayarit hasta llegar a la ciudad fronteriza de Tijuana.
Las historias que ocurren entre colchonetas, catres y filas de registro son variadas, unos quieren que Vicente Fernández vaya a cantarles, otros más se cortan el cabello, otros duermen, los niños juegan con los voluntarios y otros más siguen cansados y con el miedo que provoca la incertidumbre y la zozobra de dejar atrás lo que hasta ahora conocían como su realidad de vida, así pasa con Dania López, una mujer que junto con su cuñada, viajan solas con ocho niñas y niños en busca de un futuro más prometedor, menos violento y más justo.
Ella narra que contrario a los discursos de odio que circulan en redes sociales, la salida de sus países obedece a la genuina necesidad de vivir sin violencia y con certezas de crecer con educación y sin entornos de violencia.
Dania y los más de 2 mil migrantes que aún siguen en el auditorio han recibido atención médica, hasta el momento el área de salud sólo ha detectado infecciones en vías respiratorias, estomacales y dolores musculares y de cabeza, seis mujeres embarazadas se contabilizan entre la caravana que está en Zapopan y contrario a lo que sucedía el sábado pasado, los migrantes ya no portan en sus brazos una pulsera que los identifica pero los cercos de seguridad no se han relajado y los migrantes no salen sin escolta de la zona delimitada con vayas de la policía estatal.
Aún se espera la llegada de cientos de migrantes al auditorio Benito Juárez para en el transcurso de este martes o los días posteriores, seguir su camino hasta Nayarit, a donde aún no se sabe si serán trasladados con apoyo estatal o seguirán su paso solos, como ha sido desde el 15 de octubre que comenzó el éxodo de centroamericanos que aún confían en poder ingresar a Estados Unidos y comenzar a trazar un futuro más prometedor.